Ecologistas en Acción denuncia en su informe anual sobre la calidad el aire de Andalucía que la Junta de Andalucía ha anulado los datos de partículas PM10 y PM2,5 de la estación situada en el arco de Marbella, que en años anteriores incumplieron los límites establecidos por la normativa, por lo que las conclusiones expuestas en este apartado deben ser consideradas teniendo en cuenta estas insuficiencias de la información de partida.
Para Ecologistas en Acción resulta fundamental que la Junta de Andalucía se esfuerce por seguir mejorando la medición y la información de la calidad del aire en su Comunidad.
En este sentido, la organización medioambiental recuerda que la normativa obliga a mantener los puntos de muestreo con superación de los valores límites para las partículas PM10 durante los tres últimos años, lo que no se ha respetado en el caso de la estación Marbella Arco.
El informe sobre la calidad del aire concluye que la totalidad de la población y del territorio andaluces estuvieron expuestos el año pasado a unos niveles insalubres de contaminación, tomando como referencia los valores máximos de contaminación recomendados por la Organización Mundial de la Salud (OMS).
Así, una cuarta parte de las estaciones en la Comunidad andaluza superaron asimismo el valor objetivo legal para la protección de la vegetación establecido para el ozono durante el quinquenio 2018-2022, situándose la mayoría de las estaciones restantes por encima del objetivo a largo plazo, por lo que se puede concluir que la práctica totalidad de los cultivos, montes y espacios naturales de Andalucía continuaron estando expuestos a niveles de ozono que dañan la vegetación.
En cuanto a los planes de mejora de la calidad del aire, nivel local, el Ayuntamiento de Málaga cuenta con un plan de mejora de la calidad del aire aprobado, pero para la Ecologistas en Acción contiene medidas generales de escaso detalle, insuficientes en el primer caso para atajar la situación de incumplimiento reiterado hasta la pandemia del valor límite anual de NO2.
Asimismo, el informe recuerda que el plazo para establecer las zonas de bajas emisiones en las ciudades de más de 50.000 habitantes pocas ciudades lo han cumplido y pide a los nuevos alcaldes que prioricen la salud de sus vecinos sobre cálculos electorales poco justificados.
Como conclusión, la contaminación del aire repunta por efecto del cambio climático y el aumento del tráfico, una vez finalizadas las restricciones de la movilidad por la crisis de la COVID-19, el intenso calor y la falta de lluvias han disparado en 2022 los episodios de partículas y ozono, pese a la contracción económica derivada de la pandemia y la guerra de Ucrania.