Hemos conocido el “Manifiesto por una educación sexual integral para todes” que está llegando a los centros educativos para recabar firmas y adhesiones a través de reiteradas consultas que nos hacen llegar familias y profesionales de la educación progresistas alarmados por su contenido y pidiendo nuestra valoración.
Queremos manifestar nuestra más absoluta repulsa por las ideas que contiene, en las antípodas de la educación para la igualdad entre mujeres y hombres, así como de la más elemental protección de la integridad y la dignidad de la infancia, pero también por la forma torticera que utiliza para expresarlas.
La Coeducación aboga por una educación afectivo-sexual basada en velar por un sano y libre desarrollo de la sexualidad de la infancia y la adolescencia respetando y acompañando el descubrimiento de la propia sexualidad. Ello supone abordar cada etapa desde el cuidado, pero también implica adoptar una perspectiva crítica con la hipersexualización y la violencia sexual camufladas de transgresiones liberadoras que propugnan y persiguen el acceso de los adultos al sexo con menores.
Expresiones como “democratizar la sexualidad”, que todos podamos disfrutar de nuestros “derechos sexuales”, “centrándose en el placer”; o bien emplear un lenguaje propio de la ideología de la identidad de género falaz, antifeminista y dañina para las y los menores en todas sus vertientes- refiriéndose a “todes”, no tiene nada que ver con la igualdad y mucho menos con la lucha contra la desigualdad social. Se trata de una clara manipulación que utiliza la estrategia de calificar de fascismo, o neofascismo, toda posición crítica con este planteamiento.
Las docentes feministas conocemos bien esta estrategia y desde nuestra responsabilidad profesional, ética y política alertamos a las familias y al profesorado para que tomen conciencia y se opongan frontalmente a la vulneración de los derechos de la población menor. Desde Docentes Feministas por la Coeducación exigimos a las autoridades educativas que detengan de forma inmediata la propagación de este manifiesto y cumplan con su obligación de proteger al alumnado ante el avance sin freno de la pornificación social.