El Partido Popular arrasó este domingo en las elecciones municipales y autonómicas del 28-M en casi toda España, al arrebatar al PSOE el poder en seis comunidades autónomas, lo que allana el camino de Alberto Núñez Feijóo hacia el Palacio de la Moncloa con vistas a las elecciones generales de final de año.
La victoria de los populares fue especialmente contundente en Madrid, donde tanto Isabel Díaz Ayuso como José Luis Martínez Almeida consiguieron mayoría absoluta en la Comunidad de Madrid y en el Ayuntamiento de la capital, respectivamente.
También alcanzó la mayoría absoluta en La Rioja, una región donde tradicionalmente siempre gobernaron los populares, pero que hace cuatro años perdió en beneficio del PSOE. Ahora, el candidato popular Gonzalo Capellán recupera el mando en detrimento de la socialista Concha Andreu.
Esta «oleada» azul, como llegó a definirla el hasta ahora presidente de Cantabria, Miguel Ángel Revilla, al reconocer su derrota en esta comunidad ante los populares, se extendió también al resto de España, con victorias en escaños y votos en Cantabria, en Aragón, en Baleares, en Comunidad Valenciana y en Murcia. En todas estas autonomías el PP podrá gobernar, pero necesitará apoyarse en Vox para sumar mayoría absoluta.
Además, en Extremadura el PSOE ha sido la fuerza más votada pero los populares tienen en su mano echar del poder al socialista Guillermo Fernández Vara si consiguen una alianza con Vox. El partido de Santiago Abascal es el otro gran triunfador de la noche electoral al lograr ser determinante en estos territorios y en muchas capitales de provincia.
Por el contrario, el resultado es demoledor para el PSOE de Pedro Sánchez, que pierde seis comunidades y de momento sólo conserva el poder en Asturias, en Navarra y en Castilla-La Mancha, donde Emiliano García-Page es el único barón socialista que por muy pocos votos -apenas mil de ventaja en la provincia de Ciudad Real- puede seguir gobernando y con mayoría absoluta.
En Canarias, el PSOE también gana las elecciones con Ángel Víctor Torres al frente, aunque tiene difícil mantener el poder si el Partido Popular pacta con Coalición Canaria para entregarle la presidencia de la región al partido nacionalista de Fernando Clavijo, con quien ya mantuvo un entendimiento en tiempos de Mariano Rajoy.
El PSOE llegaba al 28-M gobernando en diez comunidades autónomas y sale revalidando el poder en apenas tres de esas regiones: Asturias, con Adrián Barbón; Navarra, con María Chivite, y Castilla-La Mancha, con la mayoría absoluta de Emiliano García-Page.
Por su parte, el PP logra un vuelco al recuperar el poder en Cantabria con María José Sáenz de Buruaga; en La Rioja, con Gonzalo Capellán; en Aragón, con Jorge Azcón; en la Comunidad Valenciana, con Carlos Mazón; en Baleares, con Marga Prohens, y en Extremadura, con María Guardiola.
Además, conserva el poder en Murcia con el actual presidente, Fernando López Miras; y amplía hegemonía en Madrid con una rotunda mayoría absoluta de Isabel Díaz Ayuso de 71 escaños, seis más que hace dos años y tres por encima de lo que necesitaba para gobernar sin Vox.
ELECCIONES MUNICIPALES
En los comicios locales, el PP de Alberto Núñez Feijóo también ha barrido a los socialistas, pues gana en las urnas con más de 7 millones de votos y aventaja al PSOE de Pedro Sánchez en unos 800.000, cuando hace cuatro años los socialistas vencieron con millón y medio de ventaja.
El líder nacional de los populares, cuando salió al balcón de Génova 13 para celebrar el triunfo, destacó que su partido es la lista más votada en «30 capitales de provincia», lo que demuestra que «hemos ganado con claridad y hemos dado el primer paso para un nuevo ciclo político» en España.
Entre esa treintena de grandes ciudades, destacan todas las capitales andaluzas, puesto que el PP arrebata Sevilla al PSOE y Cádiz a Podemos. Además, revalida mayoría absoluta en Málaga y gana en Huelva, Córdoba, Granada y Almería, estas tres últimas también con mayoría absoluta. Sólo en Jaén hay un empate de populares y socialistas.
Los populares acumulan ahora dos millones de votos más que en 2019, que parecen provenir principalmente de los 1.989.566 que tenía Ciudadanos, dado que la formación naranja desaparece de todos los parlamentos regionales y de las grandes urbes. En el conjunto de España, el partido de Inés Arrimadas que ahora lidera Patricia Guasp consigue apenas 302.148 papeletas.
El PP también gana en concejales con 23.414 ediles frente a los 20.783 del PSOE. De este modo, la formación de Feijóo recupera gran parte del poder local que perdió hace cuatro años y amplía su influencia en casi toda España.
En Madrid ciudad, por ejemplo, consolida el liderazgo del alcalde, José Luis Martínez Almeida, con una mayoría absoluta raspada de 29 concejales, que le garantizan gobernar con total libertad sin Vox.
La formación popular consigue en el conjunto del país 461 mayorías absolutas en municipios y 1.461 mayorías relativas, frente a 437 absolutas del PSOE y 1.279 relativas. Por su parte, entre las escasas alegrías locales del PSOE está el triunfo en Las Palmas de Gran Canaria de la exministra de Sanidad Carolina Darias, que podría ser la alcaldesa si fragua un pacto con el resto de la izquierda.
El socialista Abel Caballero mantiene su hegemonía en la Alcaldía de Vigo, donde gobierna desde 2007 aunque en esta ocasión pierde un concejal respecto a los 20 que logró en 2019.
El Partido Socialista también había fijado su objetivo en Barcelona, donde aspiraba a que Jaume Collboni fuera alcalde, pero se ha visto superado por Xavier Trias, quien derrota a Ada Colau aunque deberá buscar alianzas con otras formaciones para dirigir el Ayuntamiento.
Colau pierde el bastón de mando en una de las ciudades en las que la vicepresidenta del Gobierno Yolanda Díaz más esfuerzos había puesto para arropar a los aliados de su proyecto Sumar. Lo mismo le ha sucedido en Valencia a Joan Ribó, de Compromís, que ve cómo el PP de María José Catalá le arrebata el poder. A la izquierda del PSOE, Izquierda Unida mantiene las alcaldías que tenía en Zamora y Rivas-Vaciamadrid (Madrid).
Vox es el otro triunfador de la noche, pues duplica hasta 1.607.739 los votos conseguidos respecto a hace cuatro años y logra 1.695 concejales en ayuntamientos, pero apenas gana en 10 municipios de los nueve mil que convocaban elecciones. Consigue mayoría absoluta en 6 localidades, sólo una más que en 2019, en pueblos como Villanueva de las Peras (Zamora) o Barruelo del Valle (Valladolid).
No obstante, su poder viene marcado porque será determinante para que el PP pueda gobernar en al menos 18 capitales de provincia como Sevilla, Toledo, Ciudad Real, Cáceres, Castellón, Alicante, Valencia, Zaragoza, Palma de Mallorca, Segovia, Burgos, Albacete, Valladolid y Guadalajara.
En Melilla, donde gobernaba la izquierda y el presunto escándalo por fraude en el voto por correo ha monopolizado la campaña electoral durante los últimos días, el PP de Juan José Imbroda recupera el poder con mayoría absoluta.
EL PODER DE BILDU
El otro gran protagonismo de la campaña electoral, especialmente en la primera semana, fue para EH Bildu por la inclusión de 44 terroristas de ETA en sus listas electorales, siete de los cuales tenían condenas por delitos de sangre.
Uno de ellos ha sido elegido concejal en los comicios en la localidad de Berrioplano (Navarra) y deberá renunciar al puesto, tal y como se comprometió la dirección de su partido tras el escándalo generado por la presencia de asesinos entre los aspirantes a entrar en los ayuntamientos.
En clave regional, la formación de Arnaldo Otegi es la triunfadora de los comicios locales en el País Vasco, donde ha conseguido 1.050 concejales con 21 mayorías absolutas y 83 relativas. Entre ellas destaca Vitoria, donde Bildu podrá gobernar si no hay un pacto alternativo entre otros partidos.
EH Bildu también es el partido que más ediles obtiene en Navarra, con 345 y casi 69.000 votos, aunque UPN le supera en papeletas con más de 81.000 pero consigue menos representantes locales porque se queda con 246.
Por su parte, el PNV supera en votos a Bildu con 322.347 papeletas en Euskadi frente a las 297.068 de los abertzales. Además, logra 33 mayorías absolutas y 50 relativas, entre ellas las de Bilbao y San Sebastián. No obstante, en la capital donostiarra, el partido nacionalista podría quedarse sin la Alcaldía si hay un pacto de izquierdas.
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