El ministro de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, José Luis Escrivá, espera que, “al ritmo al que vamos”, el Ingreso Mínimo Vital (IMV) ronde los 2 millones de perceptores a finales de este mismo año.
Así lo indicó en una entrevista a Servimedia, donde se mostró confiado en lograr este objetivo. “Al ritmo al que vamos, esperamos estar cerca de los dos millones” de perceptores en 2023. «Lo vamos a intentar», añadió, y subrayó que en la actualidad, la ayuda cubre ya a 1.700.000 personas.
A su juicio, “son unas cifras extraordinariamente elevadas”, que demuestran que “el despliegue de esta política está ya en plenitud”.
Los mecanismos previstos, como el Sello Social dirigido a las empresas, los itinerarios de inclusión sociolaboral específicos para colectivos desfavorecidos, y el Incentivo de Ayuda al Empleo “ya se están desarrollando”, afirmó, por lo que el IMV “emerge como un escudo social pleno de cara a la protección de los más vulnerables”.
Como ejemplo, Escrivá se refirió a los itinerarios de inclusión que su departamento desarrolla junto a distintas organizaciones de Plena inclusión para la integración en el mercado laboral de personas con discapacidad intelectual o del desarrollo. Se desarrolla en 12 comunidades autónomas (Andalucía, Aragón, Asturias, Canarias, Castilla y León, Catalunya, Extremadura, Galicia, Madrid, Murcia, La Rioja, Comunidad Valenciana) y en la ciudad autónoma de Ceuta, con la participación de 45 asociaciones de Plena Inclusión.
El objetivo del proyecto es promover nuevas oportunidades de empleo para personas con discapacidad intelectual y del desarrollo (Trastorno de Espectro del Autismo-TEA, Parálisis Cerebral, etc.) a través de la metodología de empleo personalizado.
Contempla cuatro fases: la primera se denomina ‘Descubrimiento’ y busca identificar los talentos e intereses de la persona; a través de la segunda, de planificación, se elaboran listas de empresas en las que el candidato podría encajar y se contacta con ellas; la tercera fase es de negociación y consiste en presentar ofertas a las empresas identificadas; y la última etapa se produce tras lograrse el empleo (prácticas laborales). Consiste en un plan de apoyos para facilitar la incorporación y el mantenimiento del puesto de trabajo.
COBERTURA
Escrivá destacó también que en un año como el presente, una de cada cuatro personas en España tiene “su poder adquisitivo garantizado” gracias a las prestaciones de la seguridad Social. Sumando los perceptores de pensiones y del IMV, indicó que superan los 12 millones.
Se refirió además a las distintas medidas puestas en marcha por el Ministerio para llegar a personas que potencialmente tenían derecho a la prestación y que, por distintos motivos, aún no la habían solicitado. “Es el llamado ‘non take up’”, una brecha que existe “en todo el mundo y en todas partes” por la que los más vulnerables no se acercan a la administración a demandar estas prestaciones.
El envío de SMS a candidatos registrados en bases de datos de la Seguridad Social, los recorridos del autobús y de la carpa informativos por toda España, la colaboración con ONG y ayuntamientos a fin de acreditar situaciones de exclusión, y las visitas a “nodos donde estas personas se concentran», como parroquias o comedores sociales, son algunas de estas medidas. “Aún tenemos que evaluar su eficacia”, apuntó Escrivá.
Con todo, reivindicó el esfuerzo de su departamento por extender el IMV, y aseguró que “no puede decirse que no hayamos hecho” por llegar a todo el mundo. En más de 20 años de vigencia de las rentas de inserción autonómicas, los beneficiarios totales rondaban los 450.000, concluyó.
Sigue nuestras noticias