En la plaza principal de mi ciudad se reunió mucha gente, fue en la noche del día catorce de nuestro mes árabe.Todos miraban hacia el cielo y una voz, proveniente de allí, se escuchó decir: ¡Soy el todo y no soy nada! Aunque veáis la luz sabed que no soy más que un espejo que la refleja. Vengo a iluminar vuestra oscuridad para que siempre recordéis que, aunque es inmensa, la luz llegará a vencer siempre a la oscuridad. ¡Sí, soy la luna!, el mensajero de la luz en un cielo oscuro.
Precioso
Muchas gracias Margarita