El Consulado Honorario de Moldavia en Andalucía ha celebrado con todos los malagueños su tradicional fiesta del Martisor, una bienvenida a la primavera, para desear suerte y salud a todos, rescatando símbolos de la cultura del Este Europeo, y así crear lazos y convivencia con la población residente moldava de la Costa del Sol y con los propios malagueños y andaluces.
La jornada de la Fiesta Nacional del Martisor ha sido de lo más completa, comenzando con una recepción oficial por parte del Embajador de Moldavia en España, Eugeniu Revenco y el Cónsul Honorario en Andalucía, Patricio Baeza, acompañados del Concejal de Turismo, Jacobo Florido, la Concejala del Área Participación Ciudadana, Migración, Acción Exterior, en representación del Ayuntamiento de Málaga, Mar Torres, y del Alcalde de Alhaurín de la Torre, Joaquín Villanova.
Creando lazos y fortaleciendo vínculos con Málaga y Andalucía, fueron muchas las personas y entidades que se acercaron a los Baños del Carmen, entorno único de Málaga, para conocer más la cultura, la tradición y la cocina de este pequeño país del este europeo; que poco a poco es más conocido por la alegría de sus gentes, sus actividades empresariales y sus productos agroalimentarios.
Para amenizar la velada se contó con una exposición fotográfica de distintos escenarios y aspectos culturales de Moldavia, que fomentaron el diálogo entre los asistentes, el interés por conocer sobre su riqueza natural y, en profundizar más en las relaciones de este país con España.
Durante el desarrollo de la jornada, se disfrutó también de un recital único a pie del Mediterráneo; concretamente la pieza musical “Leyenda del Martisor”, interpretada por el dúo moldavo afincado en Málaga, Valeria Baban y Ghenadii Baban. El acto central fue una degustación de platos y recetas típicas de Moldavia, bañadas con vinos moldavos para que todos pudieran apreciar sus ricos productos agrícolas, y ahondar algo más en una gastronomía muy sugerente y aún por descubrir.
“Ha sido un gran encuentro, y una manera de conocer aún más este país en la Costa del Sol. Los residentes moldavos que viven en la provincia de Málaga han tenido la oportunidad de recordar y vivir un día importante para ellos lejos de su tierra, y para los malagueños ha sido también una gran experiencia ya que hemos podido descubrir sus costumbres, su gastronomía y su cultura”, asegura el Cónsul Honorario de Moldavia en Andalucía, Patricio Baeza.
Fiesta del Martisor
Martisor (diminutivo de Martie, marzo en rumano) es una fiesta tradicional de Moldavia, celebrando la llegada de la primavera, la frescura, la alegría, y la victoria del bien sobre el mal y la renovación de las tierras. Las mujeres reciben pequeños regalos, objetos decorativos (los «mărţişoare») atados con un hilo blanco y rojo, como símbolos que traen fortuna y bienestar
Los orígenes de la costumbre se pueden encontrar también en las fiestas romanas en honor al dios Marte, dios de la fertilidad y la vegetación, o en las fiestas en honor a su equivalente Marsyas Silen. Las mujeres dacias se adornaban con monedas o piedras preciosas, asociadas con hilos de lana rojos y blancos, para tener buena suerte y un año productivo.
Cabe mencionar que la tradición de ofrecer una moneda atada con hilo blanco y rojo era originariamente destinada tanto a hombres como a mujeres. Se consideraba que la persona que la llevaba ganaba poder y salud para el año que comenzaba.