Belarra tacha de «empresa pirata» a Ferrovial y le exige devolver «hasta el último euro”

En un encuentro organizado por Podemos en Madrid en el marco de la ruta ‘La fuerza que transforma’, sobre el feminismo, Belarra no quiso pasar por alto la decisión de la empres Ferrovial de trasladar su sede social a Países Bajos. Se trata, dijo, de “una empresa pirata” que se ha llevado solo en esta legislatura “1.000 millones de euros de contratos públicos» y «una empresa que vio cómo se nacionalizaban sus salarios con los ERTE y que después de que, cuando las cosas les fueron mal, les rescatáramos con dinero de todos los españoles y españolas que se paga con impuestos decide llevarse su sede social fuera».

“Nosotras proponemos atarles en corto, que tengan que devolver hasta el último euro que le dieron los españoles y españolas”, concretó Belarra, para quien precisamente esto es “poner la lógica de la vida por delante de la lógica de los beneficios económicos”. “Y eso también es feminismo”, abundó.

Durante este acto, la secretaria general de Podemos quiso avisar al ala socialista del Gobierno de que “tiene que dejar de seguir los cascabeles que le pone la derecha”, a la vez que presumió de que su partido ha sido el que ha llevado “los avances feministas más lejos que nadie en España”.

En un momento en el que el PSOE y Unidas Podemos se encuentran divididos por la ley del ‘sólo sí es sí’, y a tres días de que la reforma del PSOE de esta norma se someta en el Congreso a su toma en consideración, lanzó este aviso a los socialistas ante el apoyo que la derecha ya ha anunciado a su proposición de ley. Podemos, por su parte, concretó su voto en contra.

“Este equipo ha llevado los avances feministas más lejos que nadie en España construyendo toda una nueva generación de derechos feministas que hoy están escritos ya negro sobre blanco en el Boletín Oficial del Estado (BOE)”, se enorgulleció Belarra, y mentó la ley del ‘sólo sí es sí’ en primer lugar y también la nueva ley del aborto, la de los derechos Lgtbi y la ley trans.

Con el trasfondo del 8-M, sacó pecho de su equipo coral y feminista, a pesar de que “muchos pensaron que después de Pablo Iglesias, Podemos desaparecería”. Es más, compartió su parecer de que “muchos en estos dos años han trabajado también con ese objetivo” y, sin embargo, se han encontrado con que Podemos ha hecho “cosas que decían que eran imposibles”.

Se vanaglorió de tal manera de que Podemos en el Ejecutivo haya conseguido “la mayor inversión social de la historia de nuestro país”. “Lo que nos ha enseñado el feminismo es que podemos transformarlo todo”, subrayó la ministra de Derechos Sociales.

La líder de Podemos también trasladó al PSOE que feminismo es que apruebe la Ley de Vivienda para poder regular los precios del alquiler, mientras que “no” lo es que la presidenta del Banco Santander, Ana Patricia Botín, o la de Inditex, Marta Ortega, dirijan una gran empresa.

“Feminismo no es que dirijan una gran empresa, es topar las hipotecas de tipo variable para que Ana Patricia Botín deje de hacerse indecentemente rica a costa de que las familias de este país tengan que pagar 100, 200 o 300 euros más al mes por unas hipotecas desbocadas”, avisó.

Prosiguió su advertencia diciendo que feminismo es que el PSOE apruebe “de una puñetera vez” la Ley de Vivienda para que se puedan regular los precios del alquiler, que no han parado de subir desde el año 2016 y las familias necesitan “un Estado protector y feminista que se ponga de su lado frente a los buitres y especuladores”.

Belarra tampoco pasó por alto “estas semanas” y “meses” de “brutal ofensiva” contra la ley del ‘sólo sí es sí’. “Una ofensiva que ha sido desde luego judicial, pero también mediática y política”, se revolvió, y compartió su sensación de que “se ha instalado de alguna manera en nuestro país que hay algunos poderes que no se pueden cuestionar”, criticar o nombrar.

Pero “el feminismo nos enseña que se puede nombrar lo que no se nombraba”, remarcó Belarra, y tras ello se refirió a los mensajes de WhatsApp que se intercambiaban el presidente de la Audiencia Nacional, José Ramón Navarro, con el exsecretario de Estado de Seguridad Francisco Martínez cuando el sumario del ‘caso Kitchen’ todavía estaba bajo secreto.

“Debemos decir alto y claro que si esto ocurre en una democracia, estamos ante una democracia todavía muy limitada”, sostuvo Belarra, para acto seguido enfatizar que “España ya no aguanta ni más ‘Titos Berni’, ni más hermanos comisionistas de mascarillas como el de Ayuso, ni más amigos de narcos como Feijóo”.