El alumnado con necesidad específica de apoyo educativo derivada de discapacidad (de al menos el 33%) o trastorno grave de conducta; con trastorno grave de la comunicación y del lenguaje asociado a necesidades educativas especiales; y aquellos con necesidad específica de apoyo educativo asociado a trastorno del espectro del autismo podrán solicitar la ayuda universal de 400 euros incluida en la partida de becas de 2023, que asciende a 2.520 millones de euros.
Así lo refleja el real decreto por el que se establecen los umbrales de renta y patrimonio familiar y las cuantías de las becas y ayudas al estudio para el curso 2023-2024, publicado en el Boletín Oficial del Estado tras aprobarse en el Consejo de Ministros, que establece que el subsidio universal para alumnos con necesidades específicas de apoyo educativa es compatible con la beca que cada estudiante pueda percibir en función de su situación económica familiar y las circunstancias personales de necesidad educativa especial.
Esta ayuda universal para gastos adicionales de carácter general asociados a la escolarización de estos alumnos beneficiará este año a más de 240.000 estudiantes y para ello el Gobierno destinará 200 millones de euros, destinado a, según indica el documento y ha recogido Europa Press, «ayudar a familias cuyos hijos precisan residir fuera del domicilio familiar para estudiar o tienen alguna necesidad educativa específica, para apoyarles en los esfuerzos económicos adicionales que asumen, especialmente en el actual contexto, con una grave crisis energética y su impacto en el coste de la vida».
El Ejecutivo justifica la aprobación de esta ayuda extra por el hecho de que las familias con hijos que tienen estas necesidades «asumen unos costes adicionales muy significativos para atender los requerimientos vitales de sus hijos, lo que, unido a las circunstancias económicas actuales, hace preciso un soporte extraordinario, que se sumará a las cuantías que ya figuran en la convocatoria, resultando un incremento adicional de las ayudas con este subsidio».
Esta ayuda está destinada al alumnado que curse estudios en los niveles de segundo ciclo de Educación Infantil, Educación Primaria, Educación Secundaria Obligatoria, Bachillerato, ciclos formativos de Grado Medio y de Grado Superior, ciclos formativos de Grado Básico, así como programas formativos de Formación Profesional.
CERMI pide que la ayuda llegue también a alumnos que no llegan al 33%
El Comité Español de Representantes de Personas con Discapacidad (CERMI) ha celebrado que en la partida de becas aprobada por el Consejo de Ministros se haya incluido una ayuda complementaria de 400 euros para los estudiantes con una discapacidad acreditada superior al 33%, aunque pide al Ejecutivo extenderla a aquellos alumnos que no alcancen este grado.
El presidente de la entidad, Luis Cayo Pérez Bueno, ha explicado a Europa Press que en el sector de la educación siempre se ha puesto una mayor atención en lo que se refiere a las carencias que podían sufrir las familias o la infancia, mientras que la discapacidad no era tenida en cuenta.
Y, en este sentido, que el movimiento asociativo de la discapacidad comenzó hace años a reclamar al Gobierno la necesidad de un mayor apoyo o «más intenso» para los alumnos del colectivo para que «su proceso de inclusión educativo sea exitoso». «Necesitan apoyo humano, tecnológico y material y esto supone un sobrecoste», ha apuntado Pérez Bueno, para recordar que estos apoyos «no siempre los proporciona el sistema educativo».
«Se necesitaba que en la política de becas hubiera una diferenciación en función de una mayor necesidad y la discapacidad es sin duda una mayor necesidad», ha apuntado el presidente del CERMI, quien ha celebrado la «excelente noticia» de que se incremente esta cantidad para las becas al alumnado con necesidades de apoyo educativo: «Esperamos que esta línea se mantenga, se consolide y se institucionalice hacia el futuro y que pueda ser el inicio de otras políticas de ayudas mejores que tenemos en agenda».