- Ironiza que ya se sabe lo que piensa el PP de la propuesta de Vox contra el aborto porque Ayuso se ha adelantado a Feijóo
La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, confesó este sábado que no sabe si Cataluña ha cerrado una parte de su Historia, en referencia al proceso independentista, y aventuró que “serán el tiempo y las gentes las que decidan qué quieren hacer con la historia de nuestro país”, pero, en cualquier caso, se presentó como “una amiga de Cataluña”.
Díaz pronunció estas palabras en un acto de su plataforma Sumar en el Auditorio de Barcelona, lleno con 2.000 espectadores y que dejó a otras 1.000 personas fuera. Lo inició la alcaldesa de la ciudad, Ada Colau; una significativa excepción, toda vez que la vicepresidenta no había subido hasta ahora a ni un solo político a los escenarios de su llamado “proyecto de escucha”, que ha querido alejar de los partidos tradicionales.
Otros insignes representantes de Catalunya en Comú, como los diputados en el Congreso Jaume Asens, Gerardo Pisarello, Aina Vidal y Mar García Puig, el eurodiputado Ernest Urtasun y diputados en el Parlamento de Cataluña empezando por su portavoz, Jessica Albiach, escenificaron con su presencia en apoyo de los Comunes al proyecto de Sumar.
La vicepresidenta atestiguó estar estos días “en los debates en Cataluña» con «palabras grandes», que reveló que no le gustan porque “pueden confundir”. Palabras grandes “que dicen que en Cataluña habéis cerrado una parte de vuestra historia”, en alusión al empeño del PSOE en proclamar que el Procès ha terminado. “Yo no sé si habéis cerrado una parte de vuestra historia, pero “serán el tiempo y las gentes las que decidan qué quieren hacer con la historia de nuestro país”.
En cualquier caso, aseguró al auditorio: “Tenéis en mí a una amiga de Cataluña”. Como gallega, defendió la pluralidad de España y, erigiéndose en portavoz de las distintas nacionalidades, estableció: “Queremos respeto y reconocimiento. Desde Sumar vais a tener el reconocimiento y el respeto que os merecéis”.
En otro orden de cosas, Díaz se comprometió a regularizar a los inmigrantes y otorgarles todos los derechos, incluido el de poder votar, y asumió como propia de Sumar la iniciativa legislativa popular que ya han firmado miles de personas, con una representación de las cuales se ha reunido.
Comentando sus responsabilidades como ministra de Trabajo, se vanaglorió de que “hemos salvado a este país con los ERTE”, de haber subido un 36% el SMI y de haber reducido la temporalidad, que en Cataluña ya está, según sus datos, en el 15%, la media europea.
CONTRA FOMENT DEL TRABALL
La ministra también quiso mandar “un mensaje al presidente de Foment (del Traball)”, la patronal catalana, Josep Sánchez Llibre, quien ayer llamó “populismo irresponsable” al supuesto empeño de Díaz en “demonizar” a las empresas. Ella insistió hoy en que algunas empresas, pocas pero algunas, “no se están comprometiendo con su país” y con los problemas de las familias para hacer la cesta de la compra.
Según dijo, Sánchez Llibre es como el presidente del PP, Alberto Núñez Feijóo, en que “todo lo que favorece a la gente les parece mal”. A Feijóo también le preguntó, como ayer, “qué piensa” de la propuesta de Vox en Castilla y León de que las mujeres que vayan a abortar escuchen el corazón del embrión en una ecografía.
Como actualización a su comentario de ayer, ironizó que la presidenta de la Comunidad de Madrid, Isabel Díaz Ayuso, “ya ha decidido por él” al defender que sean las mujeres las que elijan qué información desean recibir. “Ya sabemos todas lo que piensa el Partido Popular, porque Ayuso nos lo ha dicho”, remató, desdeñando la autoridad de Feijóo.
Por lo demás, en el acto de Barcelona Díaz insistió en algunos de los mensajes que ya lanzó ayer en Tarragona y que suele repetir desde Sumar. Por ejemplo, el eslogan de “salarios mínimos y alquileres máximos”, en el sentido de entregar rentas mínimas y poner un tope al precio del alquiler. Defendió que la vivienda es un derecho fundamental y como tal debe ser tratado y aseguró que Sumar promoverá la limitación del alquiler para dar tranquilidad a la familias y no a los fondos de inversión. Precisamente, el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, se reunirá la semana que viene en Davos con el fondo de inversión Blackrock.
También abogó por instalar un modelo productivo diferente (atribuyó al “bipartidismo” el ejemplificado en el macrocasino que se pretende construir en Tarragona, porque PSOE y PP “discuten mucho entre ellos pero defienden lo mismo”, primando el ferrocarril y que no pasaría por la ampliación del aeropuerto de El Prat”, y, una vez, más, por llevar la democracia a la economía y en particular a las empresas, de forma que los trabajadores puedan intervenir en las tomas de decisión.
Finalmente, reiterando su recurrente empeño en “ganar el país”, que es “algo más que ganar las elecciones”, Díaz repitió, como ayer, que Sumar es “la llave” y “la clave” para una nueva década progresista, pero advirtiendo otra vez en alusión a su empeño por una candidatura unida de la izquierda: “Si no sumamos, no lo vamos a conseguir”.
SERVIMEDIA Kiko Rosique, enviado especial
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