- Ha sufrido un declive de al menos un 23% en 10 años, según SEO/BirdLife
El aguilucho cenizo fue declarado este lunes Ave del Año 2023 en España tras ganar la votación popular organizada por SEO/BirdLife con 3.187 votos, por delante del alimoche común (2.355 votos) y la ganga ibérica (2.105), según desveló esta organización este miércoles.
SEO/BirdLife desarrolla esta campaña desde 1988 con el fin de llamar la atención sobre la delicada situación que presentan algunas de las especies de la avifauna española, con lo que la ONG pone el foco cada año sobre una especie que precisa de una atención especial por su mal estado de conservación o porque simboliza la urgencia de proteger los hábitats que la acogen. Hasta ahora, 33 especies han sido elegidas como Ave del Año.
Las tres candidatas de esta edición se encuentran amenazadas y, por tanto, incluidas en el Libro Rojo de las Aves de España y en el III Atlas de las Aves en Época de Reproducción en España, una publicación clave para conocer la distribución, tendencias y poblaciones de las 450 especies que se detectan en el país durante la primavera.
El aguilucho cenizo, catalogado como especie vulnerable en España, es un buen representante de la singularidad y el valor ecológico de los ambientes agrarios cerealistas donde habita. Pocas rapaces hay tan ligadas a las actividades humanas como esta ave grácil que en España depende estrechamente de las grandes extensiones cultivadas de cereal.
“A través de esta especie vamos a concienciar a la a los políticos, a los agricultores y a la ciudadanía, en general, de la importancia de conservar nuestros campos con vida. Para el aguilucho cenizo es necesario encontrar soluciones conjuntas que eviten la destrucción de nidos durante la época de siega y aseguren el mantenimiento y apoyo a los sistemas de explotación agrícolas más respetuosos con la biodiversidad. Debemos garantizar políticas y ayudas que conserven a los aguiluchos y a los agricultores que los tienen en sus tierras”, apuntó Asunción Ruiz, directora ejecutiva de SEO/BirdLife.
Ruiz subrayó que “esta especie representa algo extremadamente importante: la protección legal de una especie no es suficiente”. “El mensaje que nos lanza el aguilucho cenizo es que no basta con proteger, hace falta actuar para conservar. Y que conservar es una oportunidad para asegurar el futuro de las comunidades locales que viven en, de y por el campo”, recalcó.
Esta rapaz migratoria, que pasa los inviernos en África, se puede ver por la Península Ibérica sobrevolando los amplios campos abiertos desde primavera hasta finales del verano.
AMENAZAS Y PARTICULARIDADES
La intensificación agraria es una de sus principales amenazas, particularmente la destrucción de nidos y polluelos por las cosechadoras. El uso de plaguicidas también afecta a la especie, ya que disminuye el número de presas.
Por todo ello, sus poblaciones tienen un declive muy importante y en España está considerada como una especie vulnerable en el Catálogo Español de Especies Amenazadas.
El aguilucho cenizo es una rapaz que en España depende estrechamente de las grandes extensiones cultivadas de trigo y cebada, donde instala los nidos a falta de grandes herbazales, que conforman en otros lugares su hábitat predilecto.
A cambio de alojarse en los cultivos, el aguilucho cenizo elimina ingentes cantidades de topillos, ratones, langostas, pequeños reptiles y aves granívoras, que constituyen sus presas habituales.
Las transformaciones de los cultivos de cereal de secano a regadíos o leñosos, las prácticas agrícolas intensivas, la reducción de linderos y barbechos y, especialmente, la recogida temprana de las cosechas afectando gravemente a esta especie. También la persecución de esta rapaz, por ser una especie que depreda puntualmente sobre especies cinegéticas, ha sido una causa de mortalidad del aguilucho cenizo.
De acuerdo con el último censo de 2017, si se compara el tamaño de población obtenido entonces (4.269 a 5.360 parejas) con el del mismo territorio en 2006 (5.818 a 6.934), se observa que se han perdido cerca de 1.500 parejas, lo que representa un declive de entre el 23 y el 27% solo en una década.
Dentro de su área de distribución, los mayores declives se han observado en Galicia, Andalucía, Extremadura, Madrid o País Vasco. En general, se observa un fuerte y generalizado descenso en la mitad occidental del territorio peninsular, donde habita esta especie.
Según los datos el último censo estatal, España constituye el país europeo más importante para la especie en el ámbito numérico, seguido por Francia (3.800 a 5.100 parejas) y Polonia (3.000 a 4.000 parejas).
ACCIONES PARA SU CONSERVACIÓN
SEO/BirdLife va a desarrollar varias acciones para favorecer al aguilucho cenizo que redundarán, además, en beneficio de otras especies con las que comparte hábitat.
Aprovechando el inicio de un nuevo periodo de la PAC (Política Agraria Común), esta ONG solicitará a las comunidades autónomas que adopten medidas agroambientales específicas para zonas de interés del aguilucho cenizo.
Además, defenderá que se proporcionen medios, fondos y medidas de compensación a los agricultores para proteger los nidos durante las labores de la cosecha, así como medidas específicas ligadas a los usos agrícolas en los cultivos de cereal, la conservación de linderos o eriales y el desarrollo de acciones que permitan la conservación de barbechos gestionados para fomentar la biodiversidad en al menos un 10% de la superficie de cultivo.
Otra de las amenazas son las infraestructuras, para las que SEO/BirdLife mantendrá su línea de renovables responsables, y trabajará para que no se implanten proyectos eólicos y fotovoltaicos o de nuevas líneas eléctricas en los territorios clave para la especie, así como prohibición del desarrollo de cualquier infraestructura en las zonas más sensibles para la misma.
En las centrales eólicas ya instaladas en las zonas donde habita la especie, la ONG reclamará establecer periodos de parada en la época reproductora, y valorará la posibilidad de la paralización total de la actividad durante los meses en que la especie se encuentra en España.
Además, se revisará la situación actual de catalogación de la especie a escala autonómica para solicitar los cambios en los casos necesarios, como el de Extremadura, donde el último censo nacional (en 2017) ponen de manifiesto que debería pasar de sensible a en peligro de extinción por su notable declive.
Sigue nuestras noticias