La Central Sindical Independiente y de Funcionarios (CSIF), sindicato más representativo en las administraciones públicas y con presencia creciente en el sector privado, rechaza el nuevo modelo de distribución de oficinas de Unicaja porque ha sido impuesto por la entidad financiera sin negociarlo con los legítimos representantes de los trabajadores y por las dudas existentes sobre las condiciones laborales. La entidad inicia la remodelación este mes de enero.
CSIF denuncia, especialmente, que el nuevo modelo pretende implantar una serie de
puestos denominados “gestor, gerente, especialista” que no están definidos en el convenio colectivo porque no existe norma que los regule. Sobre la nueva clasificación de oficinas, tampoco está claro cómo se implantará el nuevo modelo porque Unicaja no ha informado sobre las condiciones, horarios y niveles de las y los empleados que serán desplazados de sus centros para ocupar los nuevos puestos.
El sindicato presidido por Miguel Borra subraya además que la entidad financiera no ha dado explicaciones sobre cómo se cubrirán estas vacantes -CSIF calcula que más de 250 empleados abandonarán las oficinas desde hoy para ocupar puestos de “gestores remotos”-, “con unas oficinas cada vez más diezmadas y que en algunos casos llevan
más de un año sin director”.
Por todo ello, CSIF rechaza el nuevo modelo de distribución de Unicaja -resultado de su
integración con Liberbank– y advierte que sus servicios jurídicos están estudiando la reestructuración de la entidad financiera para determinar si se vulneran los derechos
laborales de las y los empleados.