- El papa Francisco presidirá el funeral el 5 de enero
Centenares de personas ya han podido rezar ante el cadáver de Benedicto XVI, cuya capilla ardiente se abrió este lunes al público poco después de las nueve de la mañana en la basílica de San Pedro del Vaticano. El papa Francisco presidirá la misa por su funeral el día 5 de enero a partir de las 9.30 horas.
Entre los primeras personas que han podido acceder al recinto se encuentran las cuatro mujeres de Comunión y Liberación (Loredana, Cristina, Carmela, Rosella) que se han encargado de cuidar a Joseph Ratzinger en el Monasterio Mater Ecclesiae, ubicado en el recinto del Vaticano, donde ha vivido desde su renuncia en 2013. También se encontraba su secretaria sor Cristina y su ‘mano derecha’, el arzobispo Georg Gänswein.
La capilla ardiente del papa emérito estará abierta hasta las 19.00 horas de este lunes, así como el martes y el miércoles de 7 a 19 joras. El funeral presidido por Francisco se celebrará en la plaza de San Pedro el jueves 5 de enero a las 9.30 horas. Por petición expresa de Benedicto XVI la ceremonia será sencilla.
Al final de la celebración eucarística tendrá lugar la última Commendatio y la Valedictio. Su ataúd será llevado a la Basílica de San Pedro y luego a las Grutas del Vaticano para su entierro.
Durante el ángelus del 1 de enero, Francisco pidió unirse «con un solo corazón y una sola alma para dar gracias a Dios por el don de este fiel servidor del Evangelio y de la Iglesia”. Pocas horas después de fallecer el papa emérito, también Francisco se refirió a su predecesor. Fue en el tradicional ‘te deum’ del 31 de diciembre en San Pedro.
NOBLE Y AMABLE
«Con emoción recordamos su persona tan noble y tan amable», señaló. «Sentimos gratitud en el corazón. Gratitud a Dios por haberlo dado a la Iglesia y al mundo. Gratitud hacia él, por todo el bien que ha realizado».
El Santo Padre también resaltó el «testimonio de fe y oración» de su antecesor, especialmente en estos últimos años de vida retirada. «Sólo Dios conoce el valor, la fuerza de su intercesión y de sus sacrificios ofrecidos por el bien de la Iglesia”, concluyó.
También han trascendido las últimas palabras que pronunció Benedicto XVI unas horas antes de fallecer. Según comunicó Gänswein, las escuchó un enfermero en la madrugada del día 31: «Dios, te amo».
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