El propietario y chef ejecutivo de Verum y Mar de Verum, Jorge Berzosa, ha incluido varias novedades en las cartas de sus restaurantes. Berzosa selecciona personalmente los
productos que surten sus cocinas y para ello, visita las fincas de pequeños y grandes proveedores de todo el mundo y realiza un control absoluto sobre la materia prima desde el origen hasta su llegada al restaurante.
Los dos locales, situados en el barrio malagueño de Cerrado de Calderón, ofrecen un servicio de calidad y disponen tanto de mesas tradicionales y reservados para comer o cenar de manera formal, así como de mesas altas para disfrutar del tapeo en un ambiente más distendido.
En la despensa de Verum, el asador de Málaga, encontraremos grandes piezas de carnes, como el buey, para cocinar en la parrilla. Y como ya es tradicional en invierno, para los apasionados del cuchareo, comienza la temporada de las fabes, la olla ferroviaria, los callos tradicionales y se pondrá de nuevo en marcha la semana del cocido madrileño.
El alma de Verum es su gran horno tradicional castellano, construido a mano y alimentado exclusivamente con leña de encina, que permite que los aromas y sabores de la carne sean auténticos y muy sabrosos. Por sus brasas pasan las mejores razas vacunas del mundo como Hereford, Limousin, Charolesa, Aberdeen Angus, Simmenthal, gallega, frisona o Wagyu.
Mar de Verum
El otro restaurante de la familia Berzosa, Mar de Verum, amplía su carta con platos de carne, como chuletones de vaca gallega, entraña de Angus irlandesa o pollos ecológicos criados en Soria; y arroces elaborados con estos productos tras escuchar a su clientela, que
solicita también estas opciones como alternativa a su cocina marinera.