El Pleno del Congreso de los Diputados aprobó este jueves tras un duro debate la reforma de los delitos de sedición y malversación, que pasará ahora al Senado.
La proposición de ley tuvo 184 votos a favor, 64 en contra y una abstención. Los diputados del PP estuvieron presentes en el hemiciclo, pero no votaron, mientras que los de Vox se pronunciaron en contra desde sus escaños y los de Ciudadanos se marcharon del hemiciclo antes de la votación.
El visto bueno a la reforma se produjo tras una sesión de cerca de dos horas, en la que el Ejecutivo y sus socios, por un lado, y la oposición, por otro, se acusaron de emular al golpista Antonio Tejero, de promover una “asonada de las togas” y de impulsar un “nuevo procés» desde La Moncloa.
Tras las intervenciones, la presidenta de la Cámara Baja, Meritxell Batet, ordenó la votación de las enmiendas todavía vivas, que fueron rechazadas, y fijó la del conjunto de la proposición de ley para las 18.15 horas. A esa hora se procedió a la votación del dictamen de la reforma y hasta entonces los diputados no presentes en el Congreso pudieron pronunciarse de forma telemática.
“TEJERO CON TOGA”
En el debate se produjeron continuos reproches entre los diputados y llamadas al orden por parte de Batet. El momento álgido tuvo lugar cuando el diputado del PSOE Felipe Sicilia se refirió a que en el 23-F se intentó parar un pleno del Congreso “con tricornios” y este jueves se trató de hacer “con togas”. Además, aludió a que la democracia «sólo ha estado en peligro con la derecha”, algo que dijo que ocurrió con el 23-F y el golpe de Estado de 1936 que llevó a la Guerra Civil.
Sicilia aludía así a que el PP hubiera pedido al Tribunal Constitucional suspender la votación de este jueves al entender que no se estaba respetando el procedimiento legal. La portavoz de los populares, Cuca Gamarra, tildó de “vergüenza” esta comparación del portavoz socialista y recordó que el 23-F quien estaba en el poder en España era un Gobierno “de centro-derecha”, en referencia al Ejecutivo de UCD.
La comparación del recurso del PP al Constitucional con el golpe del 23-F también fue usada por el portavoz de ERC, Gabriel Rufián, quien sostuvo, al inicio de su intervención, que hablaba “con miedo a que entre Tejero con toga”.
Por su parte, el portavoz de EH Bildu, Jon Iñarritu, tildó de “asonada de las togas” que el órgano que vela por la interpretación de la Constitución hubiera debatido esta jornada suspender el debate sobre la sedición como pedía el PP.
“NUEVO PROCÉS”
Por su parte, los representantes de PP, Vox y Ciudadanos cargaron duramente contra la proposición de ley, que elimina el delito de sedición y rebaja el de malversación. También reduce a mayoría simple la necesaria para nombrar magistrados del Constitucional por parte del Consejo General del Poder Judicial.
A este respecto, Gamarra afirmó que la modificación legislativa promovida por el Ejecutivo y sus socios parlamentarios era un “nuevo paso en la demolición” del Estado derecho y un episodio más “en la hoja de ruta de los independentistas”. Sin embargo, sostuvo que “el desenlace va a ser positivo” ya que los españoles tienen en el PP y en su líder, Alberto Núñez Feijóo, una alternativa para las próximas elecciones.
Por su parte, Javier Ortega Smith, de Vox, censuró el “inaceptable y repugnante clima de violencia” que, a su juicio, se había vivido en el debate con los ataques del PSOE y sus socios parlamentarios a los magistrados del Constitucional por hacer su trabajo de velar por la norma fundamental.
Asimismo, la líder de Ciudadanos, Inés Arrimadas, afirmó que la reforma de la sedición y la malversación era similar al ‘procés’ que los independentistas promovieron en Cataluña en 2017. Afirmó que los cambios legales promovidos ahora por el Gabinete de Pedro Sánchez son “un nuevo procés, más grave, más dañino y humillante”, puesto que lo promueve “el propio Gobierno de España”.
“NO ES UN CHANTAJE”
También se mostraron contra la reforma, aunque con distintos matices, Ana Oramas, de Coalición Canaria, quien anunció un voto en contra, pero señaló que hubiera sido negativo que el Constitucional suspendiera el debate del Congreso. Asimismo, José María Mazón, del Partido Regionalista de Cantabria, rechazó el fin de la sedición y la rebaja de la malversación, pero apoyó que se tomaran medidas para desbloquear la renovación del Constitucional y del CGPJ.
Asimismo, Jaume Asens, de Unidas Podemos, afirmó que era “muy grave” e “inaudito” que el Constitucional hubiera debatido suspender el debate de esta jornada en el Congreso. Añadió que en la derecha “ven golpes de Estado» por todas partes, pero consideran lo ocurrido en 1936 como una “pelea entre hermanos o abuelos”.
Al mismo tiempo, Rufián defendió que los cambios promovidos por su partido y aceptados por el Gobierno no eran un “chantaje” o un “capricho”, sino que busca que “nunca más” se encargue a la Justicia lo que corresponde hacer a la política, en referencia a que el ‘procés’ acabase en los tribunales.
A su vez, Mikel Legarda, del PNV, dijo que era “falso” que en la reforma que se votaba este jueves se dejara sin castigo el desviar dinero público, en referencia a la malversación. Además, reprochó al PP que cuando pierde el poder quiera mantener “mayorías conservadoras” en las instituciones hasta que vuelve a La Moncloa.
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