Este viernes 2 de diciembre se cumplen cuatro años de la celebración de las elecciones andaluzas de 2018 que conllevaron la salida del PSOE-A del Gobierno autonómico tras más de 36 años gobernando de manera ininterrumpida y la llegada del PP-A a la Junta por primera vez en la historia de la autonomía con Juanma Moreno como presidente de la XI legislatura. El PSOE-A ganó las elecciones del 2 de diciembre de 2018, pero sólo con 33 escaños, 14 menos de los que obtuvo en los comicios de 2015, sin posibilidad de sumar con Adelante Andalucía –que obtuvo 17 parlamentarios– para alcanzar la mayoría absoluta (55 diputados).
De esta manera, la mayoría absoluta se conformó con un acuerdo de coalición de gobierno entre PP-A y Ciudadanos (Cs), con 26 y 21 escaños, respectivamente, y el apoyo parlamentario de Vox, que entró por primera vez en la Cámara autonómica con 12 parlamentarios, algo que no auguró ninguna encuesta electoral. El Partido Socialista, con Susana Díaz como candidata a la reelección como presidenta de la Junta, logró ese 2D su peor resultado en elecciones autonómicas y se dejó 14 escaños y siete puntos de apoyo respecto a marzo de 2015, cuando logró el 35,4% de los votos.
Así, contra todo pronóstico y sin que ninguna encuesta anticipase este batacazo, los socialistas se hundieron bajando de 47 a 33 escaños pese a la ser la fuerza más votada en siete de las ocho provincias, todas menos Almería, y se dejaban en el camino más de 400.000 votos con respecto a los anteriores comicios.
El PP-A de Juanma Moreno mantuvo el segundo puesto pese a perder siete de los 33 escaños que logró en las pasadas autonómicas, igualando el peor resultado del partido desde 1990, cuando obtuvo 26 parlamentarios con un apoyo del 22,2%, pero se abrió por primera vez la posibilidad de alcanzar el Gobierno andaluz si sumaba el apoyo de Ciudadanos y Vox, como finalmente ocurrió, el primero entrando en el Gobierno y el segundo con el apoyo parlamentario en virtud de un acuerdo de investidura.
Los ‘populares’, que sólo consiguieron ser la fuerza más votada en Almería y perdían más de 300.000 votos respecto a marzo de 2015, veían mucho más cerca la posibilidad de llegar al Palacio de San Telmo pese a quedarse muy lejos de los 50 escaños que obtuvo Javier Arenas en 2012, única vez hasta el momento en que el PP consiguió ganar al PSOE-A en las urnas en Andalucía.
Al margen de la sorpresiva irrupción de Vox, que se estrenaba con 12 parlamentarios, Ciudadanos fue la fuerza que experimentó el mayor crecimiento en relación a marzo de 2015, ya que duplicó el nivel de apoyo hasta alcanzar el 18,2% de los votos y 21 escaños frente a los nueve obtenidos tres años y medio antes. Duplicando el apoyo en las urnas de marzo de 2015 y logrando cerca de 660.000 votos, se convirtió en un factor clave para un posible cambio de gobierno tras 36 años de gobierno ininterrumpido del PSOE en Andalucía de la mano de PP y Vox.
Ciudadanos fue precisamente socio de investidura del PSOE-A de Susana Díaz hasta unos tres meses antes de la celebración de las elecciones. En los comicios de marzo de 2015, el PSOE-A obtuvo 47 escaños y Cs 9, lo que permitía sumar mayoría absoluta (55 parlamentarios). Cs optó por un acuerdo de investidura con el PSOE-A sin llegar a entrar en el Ejecutivo andaluz.