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viernes, noviembre 22, 2024

Helen, cazadora de libros. Libro vs. Película: Tomates verdes fritos.

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La literatura sirve de inspiración al cine y gracias a ello, existen películas basadas en libros que nos han permitido poner rostro a personajes y escenarios que habíamos imaginado de una forma específica.

La de Tomates verdes fritos es una historia que lleva inspirando a varias generaciones desde que se tuvo conocimiento de ella por primera vez en 1987 (fecha en la que se publicó la novela).

Fannie Flagg (Alabama, EE. UU. 1944) es una escritora con un gusto exquisito a la hora de mostrar la vida en el estado que la vio nacer. Sus personajes son fuertes e inspiradores y la amistad es el timón que los dirige, aunque sea hacia caminos diferentes.Fannie Flagg

Inauguro esta sección de Libro versus película con ellos, como un pequeño homenaje al #25N (Día internacional contra la Violencia De Género), porque en Tomates verdes fritos tenemos a una mujer que la sufre y a muchos hombres y mujeres dispuestos a ayudarla. Pero no sólo de esto habla la novela, también habla del conflicto racial, de los que miran hacia otro lado, de la soledad de la madurez y de lo importante que es tener a alguien en quien apoyarse. También fue, en su momento, una historia de esas censurables en potencia porque, ambientada en la época en que lo está y en lo que se denomina “la América profunda”, abre puertas y armarios que pocos escritores se atrevían si quiera a tocar. Así, la de Idgie y Ruth será una relación que irá más allá de lo que los cánones establecidos permiten y Evelyn y Ninny se convertirán en el soporte la una de la otra que estaban necesitando desde hacía tiempo.

A Idgie siempre le gustó vestir como si fuera un chico, siempre fue un espíritu libre y su familia la amaba por ello; Ruth era muy femenina y muy bonita, destinada a un buen matrimonio, pero al final su marido la maltratará. La historia de ambas es de décadas atrás en el tiempo respecto a la de Evelyn, una mujer casada que ha ido ganando peso con los años y no está a gusto consigo misma y Ninny, una anciana que vive en una residencia (la misma en la que reside la suegra de Evelyn, por eso llegan a conocerse) donde pasa en soledad la mayoría de los días. Será en el transcurso de esas visitas a la residencia donde Ninny le contará a Evelyn la vida en Whistle Stop cuando ella era joven, y a través de sus palabras conoceremos a Idgy, Ruth y a todos los que las querían.

La historia de estas mujeres transcurre en dos momentos diferentes del tiempo pero en un mismo escenario, un pueblecito donde todo el mundo se conoce y donde conviven blancos y negros en cierta paz y armonía. Es una buena novela que infunde coraje y calor al que la lee.

En 1991 el director de cine Jon Avnet (conocido por dirigir en 1983 Risky Business que lanzó a la fama a Tom Cruise) llevó a la gran pantalla la historia de Tomates verdes fritos y fue todo un éxito de crítica y público. Protagonizada por dos grandes damas de la interpretación como son Kathy Bates (Misery, 1990) en el papel de Evelyn Couch y Jessica Tandy (Paseando a Miss Daisy, 1989)  en el de de la dulce Ninny Threadgoode; y acompañadas de dos jóvenes promesas de la interpretación como eran en el momento Mary Stuart Masterson y Mary-Louise Parker (como Idgy y Ruth respectivamente), actrices que tuvieron algunos éxitos en años posteriores como Benny & Joon en 1993 junto a Johnny Depp para la primera, y la saga Red junto a Bruce Willis para la segunda, entre otras.

Es una buena adaptación aunque, debo añadir que la censura estuvo presente en la película y ciertos aspectos de la relación de Idgy y Ruth se quedaron fuera (parece ser que el público no debía estar aún preparado para hablar abiertamente del colectivo LGTBI+, y es una lástima que no hubiese  más valentía). También se pierde parte del proceso de superación personal de Evelyn y se modificó el final de Ninny, para hacerlo más llevadero al público norteamericano, pero se deja ver y es una bonita hisotria. Además, si no has leído el libro previamente, te va a gustar su versión cinematográfica porque goza de la misma vitalidad.

Y ahora concluyo con lo que yo denomino mi…

Veredicto (personal): Leer las páginas del libro hace que te llenes de energía positiva, que sientas que puedes enfrentarte a todo, y ver la película consigue hacerte olvidar aquello que te pueda estar haciendo estar en horas bajas y que encuentres fuerzas para seguir adelante y, aunque lo pequeños cambios que ya he comentado mermen un poco el mensaje de la misma, son buenas opciones.  Por todo lo aportado, puedo afirmar que libro y película merecen la pena, que se complementan y que se pueden disfrutar por igual porque a pesar de que en una falten detalles del otro, resultan igual de gratificantes. Hoy me quedo con las dos versiones ¿y tú con cual te quedas?

Cine vs. libros, novelas vs. películas, lo que provoca en cada uno de nosotros es muy subjetivo, yo te ofrezco aquí mi opinión y te invito a compartir conmigo la tuya, puedes hacerlo en comentarios y/o buscarme en redes sociales. Te leo.

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