Durante tres jornadas de los meses de octubre y noviembre, en una zona quemada de Sierra Bermeja en el término de Jubrique, IKEA-Málaga ha llevado actuaciones de repoblación con algarrobos, una especie no autóctona de los ecosistemas de peridotitas, en una zona sensible por la gran concentración de especies vegetales endémicas y amenazadas. La zona ya contaba con una fuerte regeneración de pinos resineros, que son los que caracterizan los ecosistemas naturales de Sierra Bermeja, pero los voluntarios medioambientales los han aplastado y arrancado, además de a otras especies endémicas. La zona concentra multitud de plantas endémicas y amenazadas, como Silene serpetinicola, Klasea baetica, Iberis fontqueri, Galium boissieranum, Centaurea prolongi, etc. También hay especies En Peligro Crítico de Extinción, cuyos nombres se omiten por protección aunque su ubicación es conocida por la Consejería.
Esta actuación ha contado con la colaboración del ayuntamiento de Jubrique, la Consejería de Sostenibilidad, Medio Ambiente y Economía Azul (representada por el técnico forestal Antonio Pulido), la Diputación Provincial de Málaga y la asociación El Pinsapar Azul. No ha contado con el apoyo de los colectivos que llevan tiempo protegiendo el entorno aunque sí con la Universidad Rural Paulo Freire, y la plataforma Sierra Bermeja Parque Nacional no se ha pronunciado al respecto.
Las zonas quemadas son zonas de exclusión de repoblaciones porque la regeneración post-incendio de la vegetación la hace muy sensible a las perturbaciones. Además, una actuación de repoblación debe estudiarse bien para no perjudicar a otras especies, resultando que Sierra Bermeja concentra gran cantidad de especies endémicas. La introducción de especies también conlleva la introducción de plagas y enfermedades como las que están afectando al castaño en la actualidad, y que también tienen su origen en repoblaciones con ejemplares infectados. Por último, las combinaciones caprichosas de especies transforman un ecosistema natural en una plantación artificial, que en muchos casos no son sostenibles porque las especies no tienen capacidad de regeneración natural. Cabe recordar que tanto Sierra Bermeja como el Valle del Genal son Zonas de Especial Conservación donde debe primar la conservación de los hábitats naturales, por lo que la introducción artificial de otras especies forestales (en este caso algarrobos) supone una agresión a los ecosistemas naturales y a su conservación. No es la primera vez que se denuncia que la Consejería incumple la conservación de los hábitats en la Red Natural 2000, como se ha denunciado para el caso de los ríos malagueños. Por estos motivos, se ha observado que una acción anónima ha retirado unos 250 plantones de algarrobo sembrados en el lugar aunque no sólo IKEA amenaza con volver a reforestar, sino que otras empresas multinacionales también pretenden llevar actuaciones similares, como es el caso de REPSOL o TELEFÓNICA, tal y como ha publicado el técnico forestal Antonio Pulido en su red social Linkedin.
Pero que triste y patético debe ser ir por el monte arrancando árboles .De que poquito le sirven a algunos los estudios.