Con el otoño, las bajas temperaturas, las lluvias y la ropa de abrigo llegan para quedarse. Durante los primeros meses de esta época son frecuentes las dudas sobre cuánto conviene abrigarse, algo que ocurre tanto para humanos como peludos. En el caso de nosotros mismos puede ser más sencillo saber si tenemos o no frío, pero, en el caso de nuestra mascota a veces puede ser más difícil detectar si nuestro can requiere de una prenda de mayor abrigo. Lucas y Lola te asesora.
Qué tipos de perros tienden a necesitar abrigo
En el caso de las familias con perro, las salidas al exterior forman parte de sus rutinas para asegurar su bienestar y su buen estado físico de la mascota, ya sea en temporadas con temperaturas cálidas o frías y húmedas. En ese sentido, será clave atender a las características especiales de nuestro can para saber si necesita o no ropa de abrigo.
Existen perros que, por su condición física o necesidades especiales, presentan mayor susceptibilidad ante el frío. Nos referimos por ejemplo a perros cachorros, ancianos, perros sin pelo o animales enfermos, así como a determinadas razas caninas como el galgo, pinchers y otras razas que no tienen una buena capa de subpelo. Todos ellos necesitarán cuidados extra con la llegada del frío. Por el contrario, animales sanos, jóvenes y dinámicos, que tengan sano su manto natural de pelo y no presenten sensación aparente de frío, en un principio, no requerirían de estas prendas de abrigo extras.
En ese sentido, será clave entender las señales que nuestra mascota puedan darnos. El síntoma más común serán los temblores, frecuente en razas de tamaño pequeño, así como en perros de pelo corto o perros sin pelo.
¿Qué abrigo es el más adecuado para mi mascota?
“Atendiendo a la estructura de nuestro perro, lo más recomendable es que el abrigo deba cubrir todo el lomo, desde la base hasta la cola, ya que se trata de la parte del cuerpo que queda más expuesta al exterior. El cuello también es una zona muy vulnerable y que no debe quedar desprotegida, si queremos aislarles correctamente del frío”, añade la experta veterinaria.
Asimismo, conviene evitar las prendas rígidas o demasiado acolchadas que puedan limitar la movilidad de tu perro, y optar por tejidos elásticos que resulten cómodos y abrigados, que puedan ser empleados tanto para estar en casa como para salir a pasear. En el caso de lluvia, es común que el perro regrese al hogar mojado o con el pelaje humedecido tras el paseo, algo que puede derivar en problemas pulmonares, si la salud de nuestro perro es delicada.