El Fondo de Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF) ha estimado que la pobreza infantil ha aumentado un 19 por ciento en Europa del Este y Asia Central desde 2021; es decir, cuatro millones de niños más durante los últimos doce meses debido principalmente a la guerra de Ucrania y al aumento de la inflación.
En un informe publicado este lunes con motivo del Día Internacional para la Erradicación de la pobreza, UNICEF alerta de un «efecto dominó» provocado por la pobreza, que suele desembocar en «un fuerte incremento del abandono escolar y la mortalidad infantil». El documento, que recoge los datos de 22 países de la región, pone a los niños en el punto de mira de la crisis económica causada por el conflicto. Mientras que la infancia constituye el 25 por ciento de la población total, supone cerca del 40 por ciento de los 10,4 millones de personas más que sufren pobreza este año.
En lo que a países se refiere, Rusia representa casi las tres cuartas partes del aumento total del número de niños viviendo en pobreza debido a la guerra en Ucrania y a la crisis del coste de la vida en la región, con 2,8 millones de niños más viviendo ahora en hogares bajo el umbral de la pobreza. En Ucrania, apunta el fondo de la ONU, hay ahora medio millón más de niños viviendo en la pobreza, el segundo mayor aumento, seguido de Rumanía, con 110.000 niños más en situación de pobreza.
La directora general de UNICEF para Europa y Asia Central, Afshan Khan, lamenta que «más allá de los evidentes horrores de la guerra, como el asesinato y mutilación de niños, o los desplazamientos masivos- las consecuencias de la guerra en Ucrania están teniendo un impacto devastador en los niños de Europa oriental y Asia central«. «Los niños de toda la región», añade, «están siendo arrasados por la terrible estela de la guerra» y si nadie hace nada al respecto «el profundo aumento de la pobreza infantil derivará en la pérdida de vidas, de aprendizaje y de futuros».
Menores de un año en peligro de muerte
Este aumento, alerta UNICEF, comporta que 4.500 niños podrían morir antes de su primer cumpleaños y 117.000 niños podrían dejar la escuela solo este año, según el estudio.
Además, se trata de una crisis a muy largo plazo. Uno de cada tres niños nacido y criado en pobreza, apunta UNICEF, vivirá en la misma situación su vida adulta, lo cual lleva a un ciclo intergeneracional de dificultades y privaciones. El informe recomienda una serie de soluciones para intentar reducir este crecimiento en la medida de lo posible, comenzando por la entrega de una «prestación monetaria universal» y el aumento de las ayudas sociales.
Asimismo, UNICEF llama a las protecciones de gasto social y de las provisiones de servicios de atención sanitaria, nutricional y social a mujeres embarazadas, bebés y niños pequeños. «Las medidas de austeridad perjudicarán sobre todo a los niños, llevando incluso a más de ellos a la pobreza, y poniéndoselo más difícil a las familias que ya lidian con ello», añade Khan. «Tenemos que proteger y ampliar el apoyo social para familias vulnerables antes de que la situación empeore».
Pobreza infantil en España
En España, donde uno de cada tres niños está en riesgo de pobreza o exclusión social (33,4% de la tasa AROPE, 2,8 millones de niños y niñas), las consecuencias del incremento de precios en alimentación y suministros básicos están teniendo un efecto añadido en los hogares con niños y niñas, en los que los gastos de alimentación y transporte se incrementan notablemente respecto a otros tipos de hogares. En los hogares con menos recursos esto puede suponer este invierno tener que elegir, por ejemplo, entre una alimentación suficiente o mantener la casa caliente.
UNICEF España, juntos con otras organizaciones de infancia como la Plataforma de Infancia y Save the Children, aboga por la inclusión en los Presupuestos Generales del Estado (PGE) 2023 de una prestación por crianza universal, en forma de una deducción fiscal reembolsable, mucho más ambiciosa que la medida de ampliación de la prestación por maternidad (de 0 a 3 años) que contienen los presupuestos.
Estas prestaciones, además de apoyar la crianza tendría un impacto considerable en la reducción de la pobreza infantil y garantizaría un suelo de protección social de todos los hogares con niños ante esta y sucesivas crisis. Asimismo, la situación actual urge la necesidad de poner en marcha de forma decidida el Plan Estatal de Acción para la implementación de la Garantía Infantil Europea aprobado este verano.