La vicepresidenta segunda del Gobierno, Yolanda Díaz, abrazó este sábado la posición que vienen defendiendo en solitario Podemos e IU sobre la guerra de Ucrania al urgir a poner “todos los esfuerzos” y “no perder ni un minuto” en “el despliegue de la diplomacia y la paz”.
Lo hizo en un diálogo telemático con el exvicepresidente de Bolivia Álvaro García Linera organizado en Valencia con motivo del 10 aniversario de ‘eldiario.es’, en el que Díaz defendió que Europa tiene que tener una política exterior “propia, autónoma, debatida, muy pensada”, y poner “todos los esfuerzos para que en esta nueva etapa de la guerra avanzar en la política de la paz y la diplomacia”.
“Rusia tiene que retirarse pero también soy europea y me gustaría que se hablara de esto”, puntualizó, advirtiendo que en el mundo hay posiciones distintas a las de Europa y Estados Unidos y urgiendo sobre las vías diplomáticas. En ese sentido, afirmó que “toda la dirigencia mundial tiene que dejarse la piel para que esa negociación exista”. Díaz sentenció, recordando las consecuencias económicas y sociales de la guerra además de las muertes: “No perdería ni un minuto de mi tiempo en conseguir el despliegue de la diplomacia y la paz”.
Antes, la vicepresidenta segunda, que hasta ahora había cerrado filas con el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, en la política sobre la guerra de Ucrania y el envío de armas para la defensa de ese país, ya planteó por primera vez una objeción a la cumbre de la OTAN que se celebró en Madrid a finales de junio.
Aun condenando la vulneración de la legalidad internacional perpetrada por Rusia con su invasión, ella se declaró más próxima a la posición del Papa y del secretario general de la ONU, Antonio Guterres, y dijo que “no se trata de volver a un mundo bipolar”. En esta línea, comentó que en la cumbre de la OTAN ella echó “en falta un debate sereno sobre el nuevo concepto estratégico” y lamentó que España se limitara a celebrar lo bien que había organizado el evento.
En concreto, afirmó, frente a las conclusiones de la cumbre, que “las migraciones no son una amenaza híbrida”, se negó a tomar a Turquía como aliado en la cuestión de la suficiencia económica y concluyó: “La sujeción sin ambages a la política interna de un país como Estados Unidos me genera muchas contradicciones. Si en el 2024 gana Trump, ¿qué vamos a hacer?”. Así, remató que “falta hablar de una autonomía estratégica en Europa”.
(SERVIMEDIA)
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