El taxi andaluz vuelve a manifestarse este jueves en Sevilla contra la regulación que prepara la Junta para que los Vehículos de Transporte con Conductor (VTC) sigan operando en los núcleos urbanos a partir del 1 de octubre, una cuestión que hace una semana concentró a un millar de taxistas ante el Parlamento andaluz con un saldo final de dos detenidos y varias cargas policiales.
La concentración de este jueves mantiene los motivos pero cambia de escenario. Se realizará ante la Consejería de Fomento, que prepara la contestada norma, entre 9,30 y las 13,00 horas, según un comunicado en redes sociales de Élite Taxi, convocante de la protesta junto con la Federación Andaluza de Autónomos del Taxi (FAAT). Fuentes de Élite han dicho a Europa Press que la intención es que estas protestas se repitan todos los jueves hasta que se atiendan sus demandas y han pedido «paciencia y comprensión» a los ciudadanos.
FAAT, por su parte, ha instado a través de redes sociales al sector a protagonizar una gran movilización «para la defensa del presente y futuro del taxi de Andalucía«, acusando además a la Junta de Andalucía y su presidente, Juanma Moreno, de querer «hundir a más de 12.000 familias andaluzas» que viven de esta actividad.
El sector vuelve a la calle tras confirmarse durante esta semana la intención de Fomento de avanzar con la regulación, para lo que se instaba a ambas partes a «ceder pensando en el usuario», según exponía en una entrevista la titular de la Consejería, Marifrán Carazo. La consejera confiaba en que el texto esté cerrado «en días» en un ambiente de «diálogo, de forma pacífica y sin ruido».
Todo ello después de que el pasado jueves dos taxistas fuesen detenidos como consecuencia de los altercados que se produjeron a las puertas del Parlamento andaluz tras la protesta contra esta nueva norma, y que incluyeron cargas policiales.
Las posiciones no se han movido desde entonces. El taxi sostiene que, al mantener sus intenciones de regular los VTC, la Junta confirma que quiere «acabar con el sector del taxi» y los VTC apuntan que el taxi les pide «unos requisitos absolutamente desproporcionados». Estos últimos, además, han considerado que si se atendiesen íntegramente las demandas del taxi se «perjudicaría gravemente la movilidad de los andaluces y turistas».