El líder del Partido Popular, Alberto Núñez Feijóo, aseguró este miércoles que suprimiría la excepción ibérica si fuera elegido presidente del Gobierno y reclamó al Ejecutivo reformular el gravamen a las grandes corporaciones eléctricas –a las que pide contribuir a “rebajar los recibos”– para que se adecúe a la tasa que Bruselas prevé aprobar en las próximas horas.
Así lo afirmó en una entrevista en laSexta recogida por Servimedia, donde negó que hubiese “debate interno” dentro del PP sobre el sentido del voto en la tramitación del gravamen a las energéticas planteado por PSOE y Unidas Podemos en el Congreso de los Diputados, y acusó al Ejecutivo de plantear este impuesto para aumentar su recaudación tributaria.
En primer lugar, el dirigente gallego volvió a cargar contra la excepción ibérica porque dijo que la “están pagando” los mismos consumidores españoles. “¿Por qué Europa no la quiere? ¿Por qué este modelo no lo acepta la Unión Europea?”, se preguntó tras denunciar que, con esta medida, las familias españolas financian el gas exportado a Francia.
El líder de la oposición afirmó entonces sin tapujos que él eliminaría esta medida y cargó contra la política energética del Ejecutivo. Afeó a La Moncloa la ruptura de las relaciones con su “principal” suministrador de gas, Argelia; su apuesta por la importación de GNL de Estados Unidos con las consecuencias medioambientales que ello supone, así como el incremento de las compras de gas a Rusia.
En contraposición, afirmó que si él gobernase se centraría en reestablecer las relaciones diplomáticas con Argelia en línea “con el legado” de los anteriores presidentes del Gobierno. Posteriormente, añadió, establecería un precio máximo a la energía nuclear, hidráulica y renovables “durante el tiempo que dure la crisis” –como propone Bruselas–, y trataría de convencer a las energéticas para dar un “descuento directo” a sus clientes en las facturas de la luz y la energía.
IMPUESTO A LAS ENERGÉTICAS
Preguntado por si las compañías del sector energético tienen beneficios extraordinarios y si deben ayudar a los consumidores en la coyuntura actual, avanzó que su formación votará a favor de un gravamen de estas características siempre que sirva para contribuir “a rebajar los recibos” de la luz y del gas de las rentas medias y bajas, como establece la tasa europea.
Así las cosas, el dirigente gallego justificó el ‘no’ de su partido al impuesto a las energéticas en que esta figura grava la “facturación” de estas empresas y no sus beneficios. Advirtió de que el texto, tal y como está planteado, genera dudas en torno a su legalidad, y aseguró que los populares no quieren ser “cómplices de recaudar un dinero hoy” a costa de estas compañías para devolvérselo “mañana” si presentan “un recurso” ante un tribunal.
En este sentido, explicó que una compañía puede facturar 200 millones de euros pero finalizar el ejercicio en pérdidas, por lo que el gravamen haría pagar a una empresa sin beneficios extraordinarios, que es la vocación del impuesto propuesto por el Gobierno. Por ello, avaló la tasa de la Comisión Europea sobre el tipo fiscal del Ejecutivo porque la primera está destinada a rebajar de forma directa las facturas de las familias y las empresas.
“Todo lo que sea rebajar factura, al PP le interesa”, afirmó. “Si las empresas contribuyen a rebajar los recibos de los vulnerables y rentas medias y bajas nosotros diremos que sí”, ahondó el líder de la oposición para confirmar así que votarán a favor del gravamen del Gobierno si lo adaptan a la tasa de Bruselas porque ahora son “dos cosas absolutamente distintas”.
DEBATE INTERNO
Preguntado sobre el supuesto “debate interno” que el PP habría tenido para determinar el sentido del voto en la tramitación del gravamen a las energéticas, Feijóo lo negó. “Nosotros no hemos tenido ningún debate”, zanjó.
Para cerrar este capítulo, insistió en que los populares reclamaron a PSOE y Unidas Podemos retirar del Congreso el proyecto de ley y “esperar” a ver qué dictaminaba la Comisión Europea para adecuar el gravamen a las líneas marcadas por Bruselas. Además, avisó de que puede haber una caída de la inversión energética si finalmente se grava la facturación, ya que las compañías tendrían un mayor “perjuicio” en España que en otros países.
ALIMENTOS
En cuanto a la subida de los precios de los alimentos, Feijóo apostó por rebajar el Impuesto a las Rentas de las Personas Físicas (IRPF) a las personas con ingresos anuales inferiores a 40.000 euros, así como rebajar el IVA de los alimentos básicos de la cesta de la compra.
En este sentido, propuso incluso “excepcionar todo” el impuesto de los productos que ya tengan un IVA superreducido, aunque afirmó que primero “hay que estudiar” esta medida porque para “improvisar” ya está el Gobierno.
(SERVIMEDIA)
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