El sector de medios aéreos para la extinción de incendios forestales asegura estar “al límite” por un verano “excepcional” en el que han coincidido como una ‘tormenta perfecta’ un elevado número de hectáreas quemadas por el fuego, unas temperaturas excepcionalmente altas y el sobrecoste del carburante y de los componentes de helicópteros e hidroaviones.
La mayoría de las empresas de este sector están agrupadas en Ataire (Asociación de Trabajos Aéreos y de Emergencias), especializadas en extinción de incendios, servicios sanitarios de emergencias y rescate marítimo y de montaña. Esta asociación representa a unos 210 de los 270 medios aéreos dedicados a apagar fuegos.
Cerca del 65% de su actividad está centrada en apagar incendios forestales, mientras que entre un 5% y un 7% se concentra en servicios a empresas privadas, como el mantenimiento de líneas de alta tensión o el montaje de sus torres, así como trabajos de carga para compañías constructoras o labores para televisión, aduanas e incluso la policía y el Ejército.
El mayor contratador de estas empresas de medios aéreos es el Ministerio para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, que suele licitar los servicios de helicópteros y aviones de ala fija por cuatro años y 2022 es el tercero de los cuatro ejercicios del contrato actual.
“Este verano se ha roto la tendencia. Llevamos con unas temperaturas medias muy altas y las compañías tienen que hacer un sobreesfuerzo tremendo”, apuntó a Servimedia el presidente de Ataire, Nacho Gracia.
A esta época estival con cerca de 200.000 hectáreas incendiadas (unas cifras superiores a la media de la última década) le precedió una pandemia de la covid-19 y una invasión rusa en Ucrania que ha elevado el precio de las materias primas en el sector de la aviación, sí como del transporte.
“Las máquinas y los recambios vienen de fuera con un sobrecoste del 110%. El combustible se ha disparado y desde 2020 ha subido un 300%. El queroseno no tiene impuestos especiales, pero cuando arrancamos el contrato con Transición Ecológico estábamos pagando 0,30 euros el litro en refinería y hoy estamos pagando 1,10”, comentó Gracia.
«UNA BARBARIDAD»
Transición Ecológica y las comunidades autónomas suelen contratar helicópteros con alta capacidad de descarga (bombarderos Kamov con 5.000 litros de capacidad) y helicópteros de tipo medio (como los Bell 412, que transportad brigadas de refuerzo contra incendios forestales y tienen entre 1.200 y 1.500 litros de capacidad), aunque también helicópteros ligeros (que cargan entre cinco o seis bomberos forestales y de 200 a 1.00 litros).
Para combatir las llamas también pueden emplearse aviones, tanto de carga en tierra (que pueden llevar polifosfatos o productos retardantes que facilitan la extinción) como anfibios (que transportan espumógenos o retardantes de corto plazo).
Los helicópteros Bell 412 pueden consumir unos 400 litros cada hora y ponerlos en funcionamientos para apagar fuegos este verano supone un sobrecoste respecto a 2020, cuando se firmaron los contratos con el Gobierno español.
“Este año es excepcional en Galicia, Extremadura, Castilla y León, y Comunidad Valenciana, por ejemplo. Con una media de 200 horas por helicóptero y campaña y un sobrecoste de 300 euros por hora, cada helicóptero tiene un sobrecoste de unos 50.000 euros por campaña. Eso es una barbaridad”, resumió Gracia.
De hecho, las empresas con medios aéreos para extinción de incendios deben hacer pagos anticipados del carburante. “Las Administraciones pagan a dos o tres meses y eso nos rompe la caja”, comentó el presidente de Ataire.
Las entidades han intentado renegociar los contratos con las comunidades autónomas, pero estas aseguran tener las “manos atadas” con el Ministerio de Hacienda, pese a que la ley de contratos del Estado establece que pueden establecerse precios diferentes en situaciones extraordinarias y los contratos tienen que mantener el equilibrio económico de las entidades que trabajan para las Administraciones.
“No sé qué va a pasar. En la última reunión, la semana pasada, pusimos encima de la mesa que podríamos no tener que pagar el combustible y eso significa dejar de prestar servicios. Estamos en una situación límite porque no hay posibilidad de renegociar el combustible. Es como la luz: si no pagas, se corta”, resumió Gracia.
MÁS MASA FORESTAL
España vivió tiempo atrás años duros en materia de incendios forestales. Por ejemplo, en 1985 se quemaron casi 485.000 hectáreas y también se superaron las 400.000 hectáreas calcinadas en 1989 y 1994.
Pero las condiciones climáticas eran diferentes y también los medios de extinción. “El monte ha cambiado. Hay menos incendios, pero también menos gente para cuidar de la naturaleza. La España rural se está vaciando. Antes con un rayo no se enteraban en la capital porque había gente en el campo que lo apagaba; ahora no hay gente en el campo y cualquier incendio hay que apagarlo con medios profesionales”, explicó Gracia.
Los montes españoles tienen ahora más masa forestal que hace unas décadas y también terrenos sin tratamiento contra incendios. “No hay inversiones y sí muchos factores complejos que ha llevado al sector de medios aéreos al límite de seguir”, sentenció.
Por ello, desde Ataire indican que las Administraciones públicas tendrán que prever en los siguientes contratos que puedan surgir eventualidades de ‘tormenta perfecta’ que acarrean sobrecostes para el sector, como ocurre este verano. Y apuestan por ‘dar una vuelta’ a las coordinación entre las comunidades autónomas.
(SERVIMEDIA)
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