El Grupo de Trabajo sobre Vacunaciones de la Sociedad Española de Epidemiología (SEE) ha elaborado una guía en formato pregunta y respuesta para resolver dudas de la ciudadanía sobre la viruela del mono y sobre la estrategia de vacunación para fomentar la prevención y el control de esta enfermedad.
Según informó la SEE, con esta guía se pretenden resolver las inquietudes que existen acerca de la viruela del mono, también conocida como ‘monkeypox’. El documento comienza explicando qué es exactamente esta enfermedad y en qué se diferencia del virus de la viruela ya erradicada en la década de los 80.
En este sentido, señalan que se trata de un virus distinto al de la viruela y que se está transmitiendo fuera de su zona endémica habitual (África Central y Occidental), por lo que es necesario ejercer sobre él un control epidemiológico estricto.
Por ello, la SEE ofrece una serie de consejos básicos para evitar la patología. La viruela del mono no se propaga fácilmente entre las personas y el contagio se produce a través del contacto cercano con piel infectada, fluidos corporales o gotas respiratorias de una persona infectada con la que se mantienen relaciones sexuales o en otras situaciones de contacto físico continuado y prolongado, y también por contacto con objetos contaminados como ropa de cama, vendajes, platos, etc.
AISLAMIENTO
Los epidemiólogos recuerdan que se considera que una persona es contagiosa desde el inicio del enantema -lesiones en la mucosa oral- hasta que las lesiones se curan y se forma una nueva capa de piel. Por este motivo, las personas infectadas deben permanecer aisladas hasta que todas las lesiones cutáneas se hayan curado y evitar especialmente el contacto cercano con personas inmunodeprimidas.
El período de incubación puede oscilar entre 5 y 21 días, y el cuadro clínico suele iniciarse con una combinación de síntomas como fiebre, cefalea, dolores musculares, lesiones características en piel y ganglios inflamados.
Con respecto a su gravedad, los epidemiólogos apuntan que los casos del brote actual están siendo más leves que los descritos en África Occidental, y que apenas están generando ingresos hospitalarios. Sin embargo, recuerdan, las lesiones en la piel y las mucosas sí resultan muy molestas.
VACUNACIÓN
Las investigaciones realizadas hasta el momento llegan a la conclusión de que la vacuna contra la viruela puede proteger a las personas contra la viruela del mono por la similitud de ambos virus, y que los anticuerpos producidos contra el virus de la viruela protegen también contra la viruela del mono. En España se vacunó contra la viruela hasta 1979 y se administraba a la edad de 20 meses.
La Organización Mundial de la Salud (OMS) y otras agencias internacionales recomiendan la vacunación preexposición al personal de salud con elevado riesgo de exposición, al personal de laboratorio que trabaja con ‘orthopoxvirus’ y al personal de laboratorio que realiza pruebas de diagnóstico para la viruela del mono.
También a miembros del equipo de respuesta a brotes que puedan ser designados por las autoridades nacionales de salud pública y a los contactos estrechos de casos confirmados. En cambio, no se recomienda la vacunación contra la viruela del mono para la población general, ya que el riesgo se considera bajo.
El uso de la vacuna contra la viruela, según la Sociedad Española de Epidemiología, es seguro y sus efectos secundarios se asemejan al de otras vacunas, pudiendo causar cefaleas, náuseas, dolor muscular, astenia o dolor en la zona del pinchazo.
(SERVIMEDIA)
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