Un 27,9% de los menores de 18 años en Andalucía está en situación de pobreza, cinco puntos por encima del año anterior. Así lo revela el análisis que ha hecho Save the Children a raíz de la última Encuesta de Condiciones de Vida (ECV) del Instituto Nacional de Estadística, y tomando como referencia el umbral de renta autonómico. En total, el número de niños y niñas en situación de pobreza en 2021 en Andalucía se elevó a más de 439.000. En su análisis, la organización alerta de que la pobreza infantil supera la pobreza de la población en general que sube 1,6 puntos respecto el año anterior y alcanza el 20,5%.
Según señala Save the Children en una nota de prensa, las cifras reflejan el «dramático» impacto de la pandemia en la vida de las familias andaluzas, ya que la ECV correspondiente a 2021 recoge los datos de ingreso referidos a 2020, siendo la primera encuesta en medir el impacto real de la crisis socioeconómica derivada de la pandemia en la renta de las familias. Todo ello «evidencia», a su juicio, la necesidad de que el nuevo Gobierno andaluz «ponga en marcha medidas urgentes para reducir la desigualdad y la pobreza entre aquellas familias que más lo necesitan».
Para el portavoz de Save the Children en Andalucía, Javier Cabrera, «es especialmente preocupante el incremento del porcentaje de población infantil que vive en pobreza severa en Andalucía, que ha pasado de un 10,1% en 2020 a un 15,3% en 2021, lo que supone más de 240.000 niños y niñas viviendo en esta situación. Y todo esto a pesar de la introducción de medidas clave de lucha contra la pobreza, como el Ingreso Mínimo Vital y la Renta Mínima de Inserción Social de Andalucía».
Además, la organización alerta de que la carencia material y social severa que afecta a la infancia andaluza «ha aumentado progresivamente, pasando de afectar a un 5,9% de la población infantil en 2019, a un 9,3% en 2020 y llegando en 2021 a un 11,4% de niños y niñas menores de 18 años en la comunidad«, lo que supone que actualmente «cerca de 180.000 niños y niñas estén viviendo en una situación que supone el nivel más extremo de escasez, lo que conlleva a la imposibilidad de atender necesidades básicas para el bienestar y dignidad de la infancia».
La orgnanización indica que algunos de los elementos contemplados en el análisis de la carencia material han experimentado aumentos importantes: un 15,2% de niños y niñas vive en hogares andaluces que no pueden permitirse mantener la vivienda con una temperatura adecuada, frente al 9,3% que se encontraba en esta situación el año anterior. El 7,3% de la infancia vive en hogares que no se pueden permitir una comida de carne, pollo y pescado cada dos días, frente al 6,4% del año anterior.
«Nuevamente, los hogares con hijos e hijas menores de edad se enfrentan a mayores tasas de pobreza», lamentan desde Save the Children, que apunta que el 24,5% de estos hogares se encuentra en situación de pobreza frente al 15,8% de los hogares sin menores a cargo. La brecha entre estos dos tipos de hogares ha aumentado cuatro puntos respecto a 2020 (20,8% en hogares con hijos e hijas a cargo y 16,7% en los hogares sin menores a cargo).
Además, «si comparamos los datos entre los últimos años, nos encontramos con que la crisis ha afectado más profundamente a los hogares con hijos e hijas a cargo, ya que en los hogares sin menores a cargo las tasas de pobreza han disminuido», manifiestan. Añaden que la diferencia «es igualmente significativa» en el caso de la pobreza severa (12,3% en los hogares con menores de edad frente al 8,3%). «Todo ello pone de relieve la necesidad de las familias con hijos e hijas de contar con ayudas para evitar que la crianza suponga un riesgo de caer en la pobreza», aseguran.