Varios miles de personas se manifestaban este domingo en el centro de Madrid para exigir la disolución de la OTAN y reclamar la paz, a dos días de la apertura de la cumbre de la Alianza Atlántica que se desarrollará en la capital española y que se centrará en la búsqueda de estrategias para respaldar a Ucrania frente a la invasión de Rusia.
«¡No a la guerra, no a la OTAN!» o «Sus guerras no las pagamos» eran algunas de las leyendas que se repetían entre manifestantes, mientras otros sostenían carteles en los que se podían leer mensajes como «Haced la paz, no la guerra» o «Gastos militares para escuelas y hospitales».
En paralelo, varios helicópteros sobrevolaban el desfile por una de las principales avenidas de la capital, donde entre los días 29 y 30 de junio se realizará la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno de la OTAN.
Para David Llorente, un manifestante de 45 años y que trabaja en una asociación, «la OTAN, que se creó durante la guerra, al servicio del imperialismo estadounidense, y se mantuvo sin ningún aporte a la paz».
La Alianza Atlántica hace la «promoción de la guerra, del comercio de armas» y «la política exterior de España aumenta los gastos militares en lugar de aumentar los gastos sociales y sanitarios», evaluó Llorente, informó la agencia de noticias AFP.
Virginia Cádiz, de 74 años, dijo que protestaba «cuarenta años después, nuevamente, contra la OTAN».
«Nos prometieron que no íbamos a entrar», explicó, en alusión a la fecha de entrada de España en la Alianza a principios de los años 80. Para ella, que se define como antimilitarista, esta cumbre no es más que «dinero, armas y muertos».
Según la prefectura de Madrid, 2.200 personas participaron en la manifestación. Por su parte, los organizadores no dieron su estimación de la participación.
La cumbre
Anfitriona de la cumbre de la OTAN la semana próxima, Madrid estará bajo máxima seguridad, con un total de 10.000 policías desplegados.
De la reunión participarán los líderes de los 30 países de la OTAN, entre ellos el presidente estadounidense Joe Biden, su homólogo francés Emmanuel Macron y los jefes de Gobierno del Reino Unido y de Alemania, Boris Johnson y Olaf Scholz, respectivamente.
Uno de los puntos salientes de la cita girará alrededor de la forma en que la alianza puede seguir apoyando militarmente a Ucrania, especialmente mediante el envío de armamento para frenar los progresos rusos en la región del Donbass, en el este ucraniano.
A mediano plazo, la cumbre servirá para establecer un nuevo «concepto estratégico», un documento central en el que la OTAN redefine sus lineamientos ante cambios de seguridad global, que será actualizado por primera vez desde 2010 ante la invasión rusa y la influencia de China, tanto en el Indo-Pacífico como a nivel global.
Por esta última razón, a la cumbre también se invitaron los líderes de Japón, Corea del Sur, Australia y Nueva Zelanda, que no pertenecen a la OTAN.
Además, en la capital española se estudiarán los pedidos de Finlandia y Suecia para sumarse a la organización, una expansión que enfrenta las resistencias de Turquía.
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