Con la llegada de la primera ola de calor del año escolar, donde se superarán con creces los
40 grados durante toda la semana, un importante número de aulas de los colegios públicos
malagueños tendrán que soportar temperaturas por encima de los 27 grados, lo que supone un claro incumplimiento de la normativa vigente en materia de prevención de riesgos laborales, además de poner en riesgo la salud tanto del alumnado como de los docentes y demás profesionales que trabajan en los centros educativos.
En este sentido, la secretaria general del sindicato de Enseñanza de CCOO en Málaga,
Yolanda Gamero, ha manifestado que una vez más, al Gobierno andaluz le ha pillado el toro y las aulas siguen sin estar adaptadas bioclimáticamente a las necesidades reales que se nos presentan. Esto se debe, sin lugar a dudas, a una clara falta de previsión y de inversión en la enseñanza pública.
La dirigente sindical ha lamentado que “les toca, como de costumbre, a los trabajadores y
trabajadoras de los centros, con sus directivas a la cabeza, tomar medidas y aplicar por la vía de urgencia soluciones ingeniosas para resolver el problema”. Gamero ha manifestado que la Consejería de Educación y Deporte se ha limitado a enviar a los centros un protocolo de actuación en el ámbito educativo ante la ola de calor, donde se está dando la opción de poder salir antes del horario habitual como consecuencia de la inviabilidad de la labor docente por el calor.
Desde CCOO recuerdan que el Real Decreto 486/1997, de 14 de abril, por el que se
establecen las disposiciones mínimas de seguridad y salud en los lugares de trabajo, determina que la temperatura adecuada en los locales donde se realizan tareas sedentarias, es decir, la mayoría de las actividades que se realizan en los centros de enseñanza, debe oscilar en invierno, entre 17 y 24° centígrados y en verano entre los 23 y 27°.
Esto afecta en los centros educativos, no sólo a las aulas, sino a las oficinas, talleres, pasillos, escaleras, comedores y a todas las instalaciones educativas. Gamero ha reseñado que “superar los 27 grados, puede dañar la salud y provocar molestias e incomodidad a los trabajadores y alumnado, afectando a su bienestar en la ejecución de las tareas y al rendimiento laboral y escolar, además de poder dar lugar a pérdidas de conocimiento, mareos, vértigos, trastornos circulatorios y cardíacos.