Pero las escuelas públicas cuentan con el mismo profesorado para atenderlos
CCOO se ha pronunciado en varias ocasiones desde que estalló el conflicto y empezaron a
llegar menores desde Ucrania a nuestra provincia. Este tipo de alumnado, que hasta la fecha, eran mayoritariamente migrantes menores no acompañados, se ha ampliado de una forma abrumadora ante el éxodo masivo de madres con sus hijos e hijas que durante los dos meses y medio que llevamos ya de invasión Rusia en Ucrania, están llegando a nuestra tierra. Según el Gobierno andaluz, a 17 de mayo ya se han escolarizado en el sistema educativo andaluz 2.577 menores que provienen de Ucrania, y de ellos, 1.030 en la provincia de Málaga.
Por otra parte, según los últimos datos facilitados por la Subdelegación del Gobierno de
Málaga, a finales del pasado mes de abril, el 36,4% de los ucranianos acogidos en nuestra tierra eran menores. Por etapas, la estimación facilitada por el Gobierno se distribuye como sigue: el 23% en la Educación Infantil, el 50% se encuentran en Educación Primaria y el 26% restante en la ESO.
Según Yolanda Gamero, secretaria general del sindicato de enseñanza de Málaga de CCOO, las aulas de adaptación lingüísticas, en las que se atienden escolares migrantes para la educación intercultural y la enseñanza del español como lengua de estudio y de relación social, cuentan con un numero de profesorado que ante la llegada de estos menores no ha crecido.
También ha explicado que ante estos acontecimientos, “el profesorado de ATAL, que ya de por sí tiene asignado a más alumnado de la cuenta, ha tenido que reducir las sesiones para poder atender a todos estos menores, por lo que acoger a más escolares en estas aulas con el mismo personal es inviable”. Gamero ha insistido que “es urgente implementar programas de acogida con la incorporación de personal docente y de traducción, trabajadores sociales, educadores, orientadores, psicólogos, etc.
Por su parte, Santiago Ramírez, responsable de Enseñanza Pública en CCOO de Málaga, incide en que el perfil de estos menores refugiados no tiene nada que ver con los ya existentes en estas aulas, es decir, cuentan con un perfil lingüístico nuevo, por lo que el profesorado requiere formación nueva. Además, tras las demandas de los centros de recursos para poder atender a estas niñas y niños, lo que se ha hecho desde el Gobierno andaluz es limitarse a escolarizar a los menores y dejar que los centros solventen la situación con su propio profesorado”.
