La ONU anunció que se desarrollaba una operación para evacuar a civiles de la ciudad ucraniana de Mariupol -bajo el control del Ejército ruso-, con la colaboración del Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y en coordinación con autoridades de Ucrania y Rusia.
El CICR confirmó el inicio de la evacuación de las últimas fuerzas ucranianas y civiles de la siderúrgica de Azovstal, y agregó que «el convoy para evacuar a civiles comenzó a funcionar el 29 de abril, viajó unos 230 kilómetros y llegó a Mariúpol en la mañana del sábado».
El presidente de Ucrania, Volodimir Zenelski cifró en 100 los primeros civiles evacuados de Mariupol. Se cree que unos 1.000 civiles están refugiados en la vasta red de túneles que corre bajo el complejo de Azovstal, junto a unos 2.000 combatientes ucranianos.
El Ministerio de Defensa de Rusia anunció que «80 civiles, incluidos mujeres y menores fueron socorridos» de la acería Azovstal y trasladados hacia territorios del este controlados por los rusos, mientras que «aquellos que deseaban partir hacia zonas controladas por el régimen de Kiev, fueron entregados a los representantes de la ONU y del Comité Internacional de la Cruz Roja».
Zelenski se reunió en Kiev con la presidenta de la Cámara de Representantes de Estados Unidos, Nancy Pelosi, segunda en la línea de sucesión presidencial estadounidense después del vicepresidente, y la funcionaria de más alto rango de su país en visitar la capital de Ucrania. Ambos anunciaron el retorno progresivo de la presencia diplomática estadounidense en Ucrania y una ayuda adicional, directa e indirecta, de más de 700 millones de dólares del gobierno del presidente Joe Biden.
La Fiscalía de Menores ucraniana informó que 219 niños murieron y 404 resultaron heridos en Ucrania en ataques cometidos por fuerzas de Rusia desde el comienzo de su invasión del país, el 24 de febrero. Además, precisó que 1.570 instituciones educativas registraron daños materiales y que, de ellas, 111 quedaron completamente destruidas.
El papa Francisco reiteró la necesidad de «corredores humanitarios seguros» para evacuar a civiles atrapados junto a combatientes ucranianos en la acería Azovstal, en Mariupol, y pidió frenar la «continua escalada verbal y militar» en el conflicto, durante la oración del Regina Caeli en el Vaticano frente a miles de fieles que lo siguieron desde la Plaza San Pedro.
Sigue nuestras noticias