La adhesión de Finlandia y Suecia a la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) traería «consecuencias» para estos países y para la seguridad europea, advirtió este viernes el Ministerio de Relaciones Exteriores ruso.
«Naturalmente, lo tienen que decidir las propias autoridades de Suecia y Finlandia, pero deben comprender las consecuencias de ese paso para nuestras relaciones bilaterales y la arquitectura de seguridad europea en general que ahora está en crisis», dijo la portavoz de la cartera, Maria Zajarova.
El jueves, el exprimer ministro ruso, Dmitri Medvedev, había advertido que si estas naciones se unen a la OTAN, Rusia reforzará su contingente militar, incluyendo armas nucleares, en el mar Báltico, cerca de Escandinavia.
Zajarova enfatizó este viernes en un declaración publicada en la web de la Cancillería que la membresía eventual de las dos repúblicas nórdicas en la OTAN «a duras penas contribuirá a fortalecer el prestigio internacional de Suecia y Finlandia».
«Ser miembro de la OTAN no puede reforzar su seguridad nacional. De facto, (Finlandia y Suecia) estarán en la primera línea de la OTAN», agregó citada por la agencia de noticias AFP.
Helsinki y Estocolmo consideran sumarse a la alianza militar tras la ofensiva rusa contra Ucrania.
Finlandia, que comparte unos 1.300 kilómetros de frontera con Rusia, decidirá «en unas semanas» si pide su adhesión a la alianza, según su primera ministra Sanna Marin.
Suecia no descarta la opción, pero por el momento mantiene una posición más prudente sobre ello.
A mediados de enero, el secretario general de la alianza, Jens Stoltenberg, aseguró que Suecia y Finlandia cumplen en gran medida con los estándares de defensa de la OTAN.
Los otros países nórdicos y bálticos ya son miembros de la alianza militar: Noruega, Dinamarca e Islandia lo son desde su fundación en 1949, mientras que Polonia lo es desde 1999 y Estonia, Lituania y Letonia desde 2004.
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