Los docentes y alumnos de Andalucía se verán abocados a desarrollar el nuevo currículo educativo de la LOMLOE con los libros de la LOMCE. Así lo han comunicado representantes de la Consejería de Educación y Deporte de Andalucía a representantes del sector del libro, formado por editores, distribuidores y libreros.
La Consejería argumenta que no ha dispuesto de tiempo suficiente para hacer la adaptación curricular autonómica y que no tendrá sus decretos elaborados hasta finalizar 2022 o principios de 2023, cometiendo una grave irresponsabilidad. Este hecho podría suponer, de facto, la no aplicación del calendario de implantación de la Ley recogido en la Disposición Final Quinta de la LOMLOE (apartados 3 a 6) que establece que ha de iniciarse en el curso 2022/2023 en los cursos 1º, 3º y 5º de Educación Primaria; 1º y 3º de la ESO; 1º de Bachillerato y 1º de FP Básico.
El sector del libro, aunque es consciente de que se ha producido un retraso en la aprobación de los Reales Decretos por parte del Ministerio de Educación, se muestra sorprendido de la justificación dada cuando la Consejería de Educación ha contado con el mismo tiempo que otras comunidades autónomas que ya están tramitando su normativa regional elaborada a partir de los borradores facilitados por el Ministerio. Andalucía se convierte en la única comunidad que plantea una situación incomprensible.
La decisión de la Consejería supone que los alumnos andaluces no podrían iniciar el próximo curso con libros adaptados a la nueva normativa establecida para todo el país. Además, los docentes tendrán que impartir el nuevo currículo sin el apoyo de materiales educativos adaptados, con el consiguiente sobreesfuerzo añadido al que ya suponen los cambios que trae la nueva Ley.
La LOMLOE, supone un cambio importante en los contenidos curriculares, así como en la capacitación, valoración y competencias. Modificación de tal calado que no solo justifican la edición de nuevos libros de texto adaptados a los nuevos contenidos y metodología, sino que, en este caso, es especialmente necesario y esencial en atención al importante alcance de la reforma.
En concreto, la estructura del currículo aprobado por el Gobierno aborda las materias desde un enfoque competencial, algo que no se producía en el anterior currículo. Además, representa una oportunidad para actualizar el proceso de enseñanza-aprendizaje incorporando nuevas tendencias pedagógicas, mejores prácticas de aprendizajes, la inclusión de contenidos y propuestas digitales que sí van estar disponibles para el alumnado de otras comunidades autónomas.
Debemos indicar, asimismo, que la nueva Ley también supone una reorganización de la ordenación académica que tampoco se ha comunicado. Dado que ni siquiera es conocida esta, y podría aprobarse antes del inicio del próximo curso, se dará la circunstancia de que los libros y materiales disponibles en los centros para las diferentes áreas, materias y cursos puedan no corresponderse con las materias, contenidos y metodologías establecidas en la LOMLOE.
El sector del libro quiere recordar que es papel de las Administraciones Educativas velar porque los libros que centros y profesores seleccionen en el ejercicio de su autonomía pedagógica se adapten “al rigor científico adecuado a las edades de los alumnos y al currículo aprobado por cada Administración educativa”.
Asimismo, supondría incumplir la propia normativa autonómica en su Decreto 227/2011, de 5 de Julio, que regula, entre otras cuestiones, el registro y la supervisión de libros de texto, al establecer que los libros de texto han de adaptarse al currículo aprobado por las Administraciones Educativas. De no ser así, debe causar baja en el registro, ya que no estarían adaptados a la nueva reforma educativa. Estos libros, al no estar en el registro, no podrían ser seleccionados por los centros.
El sector confía en una revisión de la decisión que no perjudique a los alumnos andaluces frente al resto de alumnos de España.