Una nueva ronda de negociaciones entre Rusia y Ucrania terminó este lunes sin avances pero continuará el martes, mientras que decenas más de personas murieron en Ucrania en ataques rusos contra Kiev y otras ciudades y en un bombardeo ucraniano contra la capital de una provincia prorrusa.
Mientras tanto, un convoy de 160 vehículos salió este lunes con civiles de la sureña Mariupol, que desde hace una semana y media está bajo asedio y ataques rusos que pulverizaron casas y edificios y dejaron la ciudad portuaria casi sin comida, agua, calefacción y medicamentos. La ronda de negociaciones, que se realizó por videoconferencia, fue la cuarta entre funcionarios de alto nivel de los dos países y la primera en una semana.
Las conversaciones terminaron sin avances concretos después de varias horas, y un asesor del presidente ucraniano, Volodimir Zelenski, dijo a su término que los negociadores hicieron «una pausa técnica» y planeaban reunirse nuevamente este martes.
Las dos partes habían expresado cierto optimismo en los últimos días. Mijail Podoliak, el asesor de Zelenski, dijo el fin de semana que Rusia estaba “escuchando atentamente nuestras propuestas”. Este lunes, el funcionario, que lidera la delegación rusa en las conversaciones, tuiteó los negociadores discutirían “paz, alto el fuego, retiro inmediato de tropas y garantías de seguridad”, es decir, el núcleo de las exigencias de Ucrania.
Rusia, por su parte, exige garantías por escrito de que Ucrania se desmilitarizará y adoptará un estatuto de país neutral que garantice que no ingresará a la OTAN y que, por lo tanto, no quedará bajo la órbita militar ni de Estados Unidos ni de Moscú.
Antes de las conversaciones, alertas de ataques aéreos resonaron en ciudades y pueblos de todo el país durante la noche, y los combates continuaron en las afueras de Kiev. Funcionarios ucranianos dijeron que las fuerzas del Gobierno del presidente ruso, Vladimir Putin, bombardearon varios suburbios de la capital. Las autoridades ucranianas dijeron que dos personas murieron en ataques rusos a una fábrica de aviones en Kiev, provocando un gran incendio.