Málaga acoge los días 2, 3 y 4 de marzo el XVI Congreso Nacional de la Sociedad Española de Cirugía de Hombro y Codo (SECHC), inaugurado por Francisco de la Torre, alcalde de Málaga, en el Hotel Barceló de Málaga. El encuentro, de gran trascendencia a nivel internacional, contará con más de 300 profesionales que debatirán las últimas actualizaciones en técnicas y herramientas para el tratamiento de enfermedades y lesiones del hombro y el codo.
«En esta edición contaremos con ponentes de primer nivel internacional de países como Turquía, Polonia, Brasil o Estados Unidos, entre otros; con el fin de compartir los avances de las últimas décadas en diagnósticos y técnicas quirúrgicas que permiten mejores resultados, menos complicaciones y la recuperación más rápida del paciente», adelanta el doctor Rafael López Arévalo, jefe del Servicio de Cirugía Ortopédica y Traumatología del Hospital Quirónsalud Málaga y presidente del comité organizador del Congreso. «Así, obtenemos todos los puntos de vista de los progresos que se están realizando en gran parte del mundo para compartir y ofrecer la mejor atención al paciente», completa.
De esta manera, durante las tres jornadas se efectuarán diversos cursos, mesas redondas, comunicaciones y talleres de trabajo para profundizar en el estudio y tratamiento de las patologías de hombro y codo; sobre todo con el empleo de nuevas técnicas, como la artroscopia, un procedimiento para diagnosticar y tratar problemas de las articulaciones en las que el cirujano accede con una pequeña cámara a través de una mínima incisión, nuevos implantes o novedosos sistemas de fijación de implantes. «Algo que antes se hacía teniendo que abrir completamente el hombro, ahora se hace con una técnica menos invasiva con artroscopia, resolviendo muchas patologías sin tener que abrir la articulación», explica el doctor López Arévalo.
«Así, con este tipo de avances, conseguimos que el paciente se reincorpore antes, se recupere antes y se rehabilite antes. Ahí radica la importancia de este tipo de congresos, para conocer las técnicas más recientes, ponerlas en valor, y comprobar si su efectividad es la que queremos conseguir para mejorar la calidad de vida de nuestros pacientes», concluye el traumatólogo.