La Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (Separ) advirtió este lunes que existen evidencias de que la contaminación agrava el asma, sobre todo en niños, aunque los adultos con patología respiratoria y las personas sanas también pueden verse afectadas. Un nuevo estudio constata que la contaminación predispone el sistema inmunológico a ser más proinflamatorio, incluso en personas sanas, y a una mayor respuesta de tipo alérgico en asmáticos, ya que la contaminación induce un efecto sinérgico con los alérgenos que hace que estos sean mucho más potentes y aumente la reacción de las personas asmáticas frente a estos.
Aproximadamente el 6% de la población española tiene asma y, aunque no se sabe con exactitud cuántos de los casos de asma tienen su origen en causas ambientales, en las ciudades se registran más casos de esta enfermedad respiratoria. Durante el confinamiento por la covid-19, los niveles de contaminación cayeron un 80% en Barcelona, lo que se asoció a un menor nivel de inflamación y estrés oxidativo en población sana.
Las medidas de actuación que propone Separ entre contaminación del medio ambiente y sus efectos en los pulmones consisten en tomar conciencia de sus efectos en la salud y evitar coger el vehículo privado de forma continua. Asimismo, indican que los médicos deben elevar el nivel de sospecha sobre cómo afecta a los pacientes y administraciones promover el uso de las fuentes de energía limpias.