La vicepresidenta primera y ministra de Asuntos Económicos y Transformación Digital, Nadia Calviño, anticipó este jueves que la deuda pública cerró el ejercicio 2021 en un nivel inferior al objetivo del 119,5% del PIB fijado por el Gobierno.
Así lo indicó durante su intervención en el Pleno del Congreso de los Diputados para defender la convalidación del real decreto por el que se modifican tres leyes en relación con el régimen jurídico de la Sociedad de Gestión de Activos procedentes de la Reestructuración Bancaria (Sareb).
En su turno de palabra, Calviño explicó que este real decreto responde al cambio estadístico, establecido a finales de 2020 por Eurostat, que obliga a España a incluir el balance de Sareb dentro de la Contabilidad Nacional, lo que provocó un aumento del dato de cierre de la deuda pública de 2020, que inicialmente fue del 117,1% del PIB y, con este cambio, quedó en el 120%.
Así, la vicepresidenta primera señaló que la gestión de la Sareb es “uno de los últimos coletazos de la respuesta que en su día se dio a la crisis financiera” y que su creación e inclusión dentro del sector público “ha resultado en un aumento de la deuda publica en casi 35.000 millones de euros y del déficit en 10.000 millones de euros el año pasado”.
En concreto, recordó que la creación de la Sareb tuvo su origen en la crisis financiera iniciada en 2008 a consecuencia de la “excesiva exposición del sector financiero a la construcción y la promoción inmobiliaria” que afectó a la solvencia del sector.
En respuesta a dicha situación, el Gobierno de Mariano Rajoy creó esta entidad que recibió de nueve entidades financieras un paquete de 200.000 activos “problemáticos” que incluían “préstamos de dudoso cobro e inmuebles”, valorados en casi 51.000 millones de euros, y que, a cambio, las entidades que los transmitieron recibieron avalados por el Estado. De esta forma, la Sareb quedó establecida como la sociedad de gestión y venta de dichos activos con el objetivo de obtener los fondos necesarios para financiar esos bonos, estableciendo 2027 como plazo para lograrlo.
Entonces, Sareb fue clasificada como una institución financiera privada, pero el cambio contable establecido por Eurostat hace que ahora pase a contabilizarse en el balance del sector público.
Pese a ello, Calviño destacó que, “gracias al crecimiento económico, a la buena gestión del Tesoro y a las transferencias de fondos europeos durante 2021, hemos logado mantener un fuerte esfuerzo inversor en nuestro país, responder a la pandemia de forma eficaz” y que la ratio de deuda pública sobre PIB comenzó a bajar, de forma que, a falta de que en los próximos meses se conozca el dato definitivo de cierre, anticipó que cerró 2021 por debajo del objetivo del 119,5%.
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