El Consejo Andaluz de Enfermería quiere condenar públicamente las declaraciones realizadas por Juanma Moreno, presidente de la Junta de Andalucía, tras afirmar que más del 75% de los 8.000 sanitarios despedidos el pasado mes de octubre se mantienen en activo, además de, desafortunadamente, asegurar que Andalucía cuenta con la mayor dotación de personal sanitario de la historia.
En este sentido, Moreno explicaba que, «el 91% de los 20.000 sanitarios que la comunidad autónoma incorporó el año pasado de refuerzo para afrontar la pandemia de COVID-19 con dinero del Estado a través de los fondos extraordinarios se encuentran «hoy contratados, con nombres y apellidos».
Lejos de la realidad
Unos datos que, para José Miguel Carrasco, presidente de las 43.000 enfermeras andaluzas, “no encajan con la realidad del sistema sanitario andaluz ni con el llamamiento extraordinario que realizó el pasado mes de diciembre la propia Consejería de Salud y Familias para la reincorporación de sanitarios recién jubilados ante la falta de personal para atender las nuevas necesidades derivadas del incremento de contagios y el inicio de la campaña de vacunación infantil”.
A día de hoy, como viene denunciando este Consejo, Andalucía cuenta con un déficit alarmante de sanitarios que impide atender de manera adecuada las necesidades derivadas del incremento de la incidencia del COVID-19 así como la campaña de vacunación, tanto para la administración de la dosis de refuerzo como la vacunación infantil.
“Los datos arrojados por el presidente difieren de la realidad a la que nos enfrentamos día a día los profesionales de enfermería en nuestros puestos de trabajo. Unas cifras que no cuadran con el cierre por las tardes de los centros de salud, ni las instrucciones emitidas por la Junta para que la enfermería pueda trabajar horas extraordinarias en Atención Primaria… Tampoco podemos olvidar que más de 600 enfermeras se vieron obligadas a emigrar a Cataluña, tras la decisión del SAS de no renovar sus contratos, aun cuando eran necesarios” sentencia Carrasco.
Desacierto
Sin embargo, Moreno ha reivindicado que la dotación de personal actual del SAS es la más alta de la historia, exigiendo que no se hable de “recortes” y, asegurando que Andalucía tiene 3.500 sanitarios más contratados que en octubre. Unas declaraciones desafortunadas que las enfermeras andaluzas quieren condenar. “No entendemos cómo se puede hablar de inversión en profesionales sanitarios cuando en octubre dijeron que no despedirían a ninguno de los 20.000 contratados y terminaron por echar a 8.000 profesionales que venían trabajando sin descanso en la crisis sanitaria del COVID-19” denuncia José Miguel.
En este sentido, el CAE quiere aclarar que las únicas contrataciones realizadas por el Servicio Andaluz de Salud se han dirigido a cubrir las vacaciones reglamentarias de los compañeros que, como cada año, se adquieren en Navidad. De hecho, la mayoría de las contrataciones mantienen la alta temporalidad y condiciones precarias que históricamente vienen acompañando a la enfermería andaluza. “Lo más probable es que la mayoría de las sustituciones regresen a la calle, vuelvan al paro o tengan que emigrar a otras Comunidades Autónomas” añade Carrasco.
Reincorporación jubilados
Por su parte, desde el Consejo Andaluz de Enfermería criticamos, de igual forma, el llamamiento realizado por la Junta para atender esta sexta ola a través de la reincorporación de profesionales sanitarios a través de una medida extraordinaria aprobada el pasado 23 de diciembre. Hoy en día, la campaña está siendo un fracaso ya que, tras el despido de los 8.000 sanitarios de refuerzo COVID, la Consejería únicamente ha conseguido atraer a un médico jubilado.
Contratar a médicos jubilados es la alternativa que han propuesto las comunidades ante la falta de personal sanitario, pero parece no llegar a buen puerto. Es por ello por lo que el CAE valora las medidas adoptadas por otras comunidades, como es el caso de Valencia, quien decidió prorrogar el contrato a 6.000 profesionales sanitarios, evitando la necesidad de recurrir a sanitarios recién jubilados y apostando por aquellos profesionales que se han dejado la piel en la lucha contra el COVID-19.