El presidente de Brasil, Jair Bolsonaro, está en guerra con el titular de Anvisa, el almirante Antonio Barra Torres, por haber autorizado la vacunación infantil contra la Covid-19, mientras que el Ejército ha salido de la línea gubernamental y exigió a las tropas la vacunación obligatoria para retomar la totalidad de los trabajadores presenciales en los cuarteles.
Es esta situación de rebeldía al pensamiento presidencial la que ha inaugurado el año electoral de 2022, cuando el presidente aparece en un difícil escenario para la reelección, con las encuestas que apuntan que está a más de 20 puntos del líder en los sondeos, el expresidente Luiz Inácio Lula da Silva.
Sin dudas el presidente y excapitán del Ejército que montó la administración con más militares incluso que la última dictadura se encuentra en posición de debilidad frente al jefe de la Anvisa, un médico de la Marina al que puso en 2019 al frente de la agencia reguladora, que es un ente autárquico del Estado y no de gobierno.
Bolsonaro acusó de «agresivo» a Barra Torres por haberlo desafiado a denunciarlo penalmente por corrupción -en una carta divulgada el sábado- luego de que el mandatario lanzara sospechas sobre la integridad de Anvisa tras haber autorizado el 16 de diciembre la vacunación de niños de entre 5 y 11 años contra la Covid-19.
«Me sorprendí con la carta agresiva. Lo único que dije es qué había detrás de los que Anvisa estaba haciendo, sobre todo porque Barra Torres fue una designación mía», dijo Bolsonaro a la radio oficialista Jovem Pan.