Corría el año 2009 y la tendencia de los vampiros parecía consolidarse entre el público gracias a la aparición de Buffy, la cazavampiros, primero, y posteriormente a la par de True Blood y la saga Crepúsculo. Pero todavía faltaba el plato principal, la serie que haría soñar a millones de jóvenes en el mundo con colmillos y hombres lobos: The Vampire Diaries.
La serie, también conocida como Crónicas Vampíricas en España y El Diario de los Vampiros o Diarios de Vampiros en Latinoamérica, tuvo su epicentro en la televisión estadounidense de género dramático. Creada por Kevin Williamson y basada en la saga literaria de L. J. Smith, The Vampire Diaries fue estrenada en el canal The CW el 10 de septiembre de 2009, y el final de temporada fue emitido el 13 de mayo de 2010. El 11 de enero de 2015, la serie fue renovada para una séptima temporada, que fue estrenada el 8 de octubre de 2015. Finalmente, la serie fue renovada para una octava y última temporada el 11 de marzo de 2016, que finalizó el 10 de marzo de 2017 con el episodio I Was Feeling Epic. Después de 171 episodios, la pregunta que permaneció flotando entre sus millones de fanáticos fue: ¿quién no quiere ser un vampiro?.
Vampiros con su propio estilo
The Vampire Diaries no sólo se convirtió en un éxito rotundo a nivel global por adoptar un género en ascenso y representarlo con jóvenes apuestos que alternaban batallas con seres sobrenaturales con dramas amorosos y dilemas estudiantiles, sino también porque cada uno de sus personas sostenía su propia personalidad, estilo para vestir, hábitos, debilidades y fortalezas. Por eso se entiende que ninguno era despreciado por la crítica ni por los televidentes; contrariamente, eran aceptados en menor o mayor medida, despertando disputas de fanatismo por uno y otro.
La trama gira en torno a la vida de Elena, sus amigos y otros habitantes de una pequeña ciudad de Virginia, llamada Mystic Falls. Elena Gilbert es una adolescente humana de la cual se enamoran dos hermanos vampiros, Stefan y su hermano Damon Salvatore. El primer plot twist revela que Elena es idéntica a Katherine, la mujer que los convirtió en vampiros y que jugó con el amor que ambos sentían por ella cientos de años atrás.
Luego de un comienzo irregular, el público finalmente se rindió al encanto de este trío amoroso que durante ocho temporadas tuvo que lidiar con hombres lobos, sirenas, doppelganger, híbridos y vampiros originales, además de solucionar –o no− los diversos conflictos que generaban en un pueblo que hasta entonces sobrevivía sin sobresaltos en su anonimato.
El éxito fue tan rotundo que pronto comenzaron a replicarse los elementos que distinguían a cada uno de los personajes: sus ropas de diseño neogótico, amuletos de piedra lunar, anillos de reflejo azul, colgantes con hierbas protectoras y pulseras con gemas incrustadas. Pero no se trataba de joyería y merchandising, cada uno de estos recursos podía jugar en la trama de la serie un papel clave, ya sea otorgando protección contra seres esotéricos a Elena como permitiendo a nuestros vampiros favoritos caminar por las calles de Mystic Falls ¡a plena luz del día!
La cultura de The Vampire Diaries reservó un lugar de privilegio para su moda y ninguna prenda o reliquia parece haber sido elegida al azar. Sin duda, ése fue uno de los puntos fuertes de la serie: los personajes conservaban un estilo que se justificaba episodio a episodio. Este acierto de la producción no pasó desapercibido por la audiencia, que se volcó masivamente a buscar estos elementos distintivos y a comprarlos en línea.
Pese a que ya transcurrieron más de cuatro años de la emisión de su último episodio, los seguidores de The Vampire Diaries no olvidan a Elena ni a los hermanos Salvatore. Y aunque deben conformarse con ver capítulos antiguos, siempre llevan consigo un anillo de esmalte azul o un colgante de piedra lunar, parte del estilo neogótico que esta fantástica serie grabó a fuego en toda una generación.