Quizás creas que se trata de una moda. O una nueva técnica de artes plásticas que se viralizó rápidamente gracias a la masividad de las redes sociales. Pero la verdad es que pintar mandalas es un arte milenario que esconde múltiples beneficios para la salud mental y espiritual de las personas.
Durante la última década, estas formas circulares de diseños concéntricos se han convertido en un clásico en los manuales de ilustración tanto para grandes como para chicos. Por eso es tan importante conocer dónde adquirir libros mandalas para colorear de calidad y a bajo precio.
A esta altura tal vez todavía te estés preguntando qué es exactamente un mandala. Vamos a definirlo: se trata de un dibujo circular con formas geométricas, aunque su representación simbólica es mucho más profunda, dado que engloban al macrocosmos y al microcosmos en total armonía y bienestar. La interacción con estas figuras misteriosas nace en los ejercicios de meditación del budismo y el hinduismo. El término deviene del sánscrito y significa, justamente, “círculo mágico”.
La popularización de los mandalas en Occidente se debe, en parte, a Carl Gustav Jung, el psiquiatra fundador de la Escuela de Psicología Analítica. A mediados del siglo XX definió a los mandalas como expresiones probables del inconsciente colectivo. Para Jung, el centro del mandala simboliza el “sí-mismo”, que el sujeto intenta perfeccionar en el proceso de individualización. En este sentido, llegó a emplear a la técnica como un recurso para el psicoanálisis, especialmente mediante el tradicional mandala de flor de loto.
Jung aseguraba que la práctica de diseñar y colorear mandalas puede revelar trastornos emocionales de los pacientes e, incluso, ayudar a sanarlos.
Actualmente, adultos y niños de todo el mundo se reconocen como verdaderos artistas de mandalas. ¿Pero por qué su práctica es tan recomendada por terapeutas y psicólogos? Los beneficios de colorear mandalas son tan extensos que abarcan desde habilidades de motricidad fina hasta el crecimiento personal en la espiritualidad y la búsqueda de armonía.
Pintar mandalas ayuda a relajarse y a alcanzar el equilibrio espiritual, ya que la propia observación de la figura genera una sensación de bienestar, ayudándonos a acompasar nuestra respiración. Simultáneamente, la práctica periódica mejora nuestra capacidad de concentración y hasta nos dota de nuevas habilidades de motricidad en dedos y manos, animándonos a implementar nuevas expresiones artísticas.
Uno de los beneficios que mayor preponderancia toma en la actualidad es su capacidad para reducir los niveles de estrés y ansiedad. En un mundo atravesado por la inmediatez, la presión del trabajo y las apss, lograr desacelerar el tiempo parece un milagro, pero es uno de los principales motivos por los que millones de personas se vuelcan cada día a colorear mandalas. Varios estudios han demostrado que pintar mandalas reduce la ansiedad mucho más que pintar cualquier otro dibujo o en otra superficie. Además, colorear mandalas ayuda a que dejes atrás los pensamientos negativos que están recurrentemente en tu mente, sumado a que cuando vuelvas a ver los dibujos de mandalas, te recordarán los sentimientos positivos que te envolvieron durante el proceso.
Colorear mandalas también nos permite reconectar con el niño interior y dar paso a la creatividad, dejando de lado los prejuicios y algunos traumas. Notaras que cuanto más tiempo le dedicas a la actividad, más firmes y prolijos serán tus trazos. Todos podemos ser artistas, no lo dudes.
Como si los motivos anteriores no fueran suficiente, tener a nuestro alcance libros mandalas para colorear también es un aporte para nuestra salud física. El reconocimiento de la ansiedad y las presiones que nos atraviesan nos permite identificar nuestros miedos y, al menos por un día, dejarlos de lado. Este fenómeno, a su vez, genera en el cuerpo una sensación de profunda relajación que se traduce en una noche de sueño placentera. Y como sabemos, la calidad del sueño es salud.