El grupo municipal de la confluencia de Izquierda Unida y Podemos defenderá ante la
Comisión Plenaria de Derechos Sociales una iniciativa para “la puesta en marcha de un
plan de choque transversal y un fondo económico de emergencia para combatir el
preocupante aumento de la pobreza, la desigualdad y la aporofobia en Málaga”.
La concejala portavoz adjunta de Unidas Podemos, Remedios Ramos, explica que “frente
a la ‘smart city’ que nos quiere vender el equipo de gobierno del PP y Cs, la realidad es
que el 33% de la población malagueña se encuentra en riesgo de exclusión y un 8% en
extrema pobreza y vulnerabilidad. El OMAU nos ofrece un dato demoledor: el 10% más rico de la ciudad acapara el 23% de la riqueza, mientras que el 10% más pobre no llega al 3% de la riqueza”.
“El 60% de las personas en riesgo de exclusión son mujeres y es muy preocupante el alza
en la pobreza en la infancia. El desempleo sigue siendo el gran causante de la exclusión, pero el equipo de gobierno del PP y Cs sigue sin poner en marcha planes de empleo y en Málaga el paro aumenta mes tras mes a pesar de que en España se están alcanzando datos históricos de bajada del desempleo”, critica Ramos.
La concejala de la confluencia denuncia que “los delitos de odio, la aporofobia y el sinhogarismo son el resultado de una violación sistemática de los derechos humanos. En
Málaga hemos asistido hace unos días al brutal asesinato de una persona sin hogar que dormía en los Jardines de Picasso. Urge que se implemente una campaña municipal de sensibilización contra la aporofobia y los delitos de odio”.
El concejal de Unidas Podemos, Nico Sguiglia, emplaza al alcalde, Francisco de la Torre
(PP), “a dejar de actuar como un defensor de los intereses de los promotores urbanísticos y comenzar a defender a los ciudadanos para disminuir la brecha de la desigualdad que tanto nos duele y nos avergüenza. Ojalá tuviéramos una ciudad que, en lugar de presumir de sus luces de Navidad, pudiera presumir de ser una ciudad igualitaria, con los mejores servicios sociales comunitarios y sin barrios de primera, de segunda y de tercera. Este es el gran desafío de Málaga”.
El portavoz de ASPA (Asociación para la Solidaridad y la Paz de Andalucía), Luís Pernía, destaca “la situación de vulnerabilidad de la población inmigrante, a pesar de que los trabajos que desempeñan tienen un valor social incalculable. Si las mujeres que trabajan cuidando ancianos desaparecen las dificultades para nuestra sociedad serían enormes. Con la pandemia se están produciendo muchos retrasos en la tramitación de papeles que son esenciales para ellas. También nos preocupa la situación de los menores extutelados, a pesar de las mejoras legislativas que ha emprendido el Gobierno de España”.
El trabajador social, Francisco Guzmán, refiere la “situación de emergencia insostenible
que sufre la población de la barriada malagueña de Los Asperones, un asentamiento
provisional que cumple ya 34 años y para el que no hay visos de solución. La única vía
posible es que se desaloje la barriada y se realojen de una vez por todas a todas las
familias en condiciones de habitabilidad y convivencia dignas. Los Asperones no tienen ni alcalde ni presidente de la Junta, ni la constitución española entra por sus calles, está totalmente abandonada”.