El grupo municipal de la confluencia de Izquierda Unida y Podemos en el Ayuntamiento de Málaga dará voz mañana, mediante una moción que se debatirá en la Comisión Plenaria de Derechos Sociales, a la vecindad de los Callejones del Perchel que “está siendo víctima de un nuevo episodio de acoso inmobiliario que amenaza con echarlos de las viviendas que habitan desde hace décadas”. La iniciativa reclama al equipo de gobierno del PP y Cs que les dé apoyo técnico e institucional para que puedan seguir
viviendo en esta histórica barriada malagueña”.
La concejala portavoz adjunta de Unidas Podemos, Remedios Ramos, señala que “ser
perchelero es una seña de identidad de nuestra ciudad, los vecinos y vecinas no quieren abandonar sus casas y deben tener el apoyo del Ayuntamiento, están siendo amenazados para que abandonen sus viviendas desde 2017. La especulación urbanística está detrás de estas maniobras para no renovar los contratos y construir viviendas para su venta o para apartamentos turísticos. Junto al debate de la moción, los vecinos han convocado una concentración para mañana a las 12 horas a las puertas del
Ayuntamiento”.
Ramos explica que “este nuevo episodio de acoso inmobiliario afecta a los bloques blancos del Perchel, un total de 141 viviendas, que se corresponden con los veinte portales, situados en seis calles: Montalbán, Callejones del Perchel, Malpica, Huerto de la
Madera, Arco y Angosta del Carmen. Hay vecinos que llevan más de 50 años viviendo
allí y ahora la propiedad quiere venderlos con ellos dentro para que una promotora de
Madrid los eche a todos de golpe sin respetar sus derechos, derribe los bloques y
construya hasta la máxima altura y edificabilidad que les permite el PGOU”.
La concejala portavoz de Unidas Podemos, Paqui Macías, critica que “los vecinos y
vecinas están siendo claramente víctimas de un acoso inmobiliario, lo que piden es vivir
dignamente en su barrio de siempre. El Ayuntamiento tiene que implicarse y no puede
abandonarlos a su suerte ante el claro acoso que están sufriendo, no hay nada más que
ver los locales tapiados y la falta de mantenimiento generalizada. Persiguen que el
deterioro haga insostenible la situación y poder echar a todas las personas residentes”.
Ana Ramírez, que reside en los Callejones del Perchel desde hace 33 años, transmite su preocupación porque “llevamos muchos años con contratos antiguos pero lo propietarios no hacen mantenimiento de los edificios, no arreglan nada, un ejemplo son las luces de las escaleras, tardan meses en arreglarlas y tenemos que subir en muchas ocasiones a oscuras”.