El embrión de un dinosaurio saurópodo, recuperado el año pasado de manos de un coleccionista, fue restituido al Museo Carmen Funes de la ciudad argentina de Plaza Huincul, luego de un largo periplo desde que fue extraído ilegalmente en 1999 y vendido a un coleccionista británico, y gracias a gestiones de funcionarios y paleontólogos argentinos y extranjeros, informaron fuentes oficiales.
Los restos fueron sustraídos de un sitio de anidamiento de dinosaurios saurópodos de unos 80 millones de años de antigüedad, denominado «Auca Mahuevo», con muy buen nivel de conservación de embriones, con sus huesos articulados e impresiones de la piel. Los saurópodos fueron dinosaurios herbívoros, de cuello alto, larga cola y cuatro patas y un largo de 20 metros aproximadamente.
Un funcionario argentino recordó que «se perdió el rastro del material hasta que, hace un par de años, lo reubicamos en Suecia, a través de un paleontólogo alemán, el doctor Martin Kundrat, quien se comunicó con el doctor Rodolfo Coria, en ese entonces paleontólogo del Ministerio de las Culturas de Neuquén, y en conjunto lograron que el coleccionista cediera el material y accediera a su devolución».
«Esto tomó conocimiento internacional y se realizó un artículo en manera conjunta con la revista Current Biology, del Reino Unido, en el cual participaron Coria y el doctor Luis Chiappe del Museo de Historia Natural de Los Ángeles, entre otros, donde se describe la anatomía detallada del ejemplar, el cual, hasta la fecha, es el cráneo embrionario de saurópodo mejor conservado del mundo«.
Las investigaciones de los restos hallados permitieron, entre otras cosas, conocer hábitos reproductivos de los saurópodos. También pudo conocerse un sistema sensorial neurovascular en la premaxila del ejemplar, y una caja cerebral parcialmente calcificada, que potencialmente refina las estimaciones de su etapa prenatal.
El sitio que guarda esta riqueza paleontológica está ubicado en el cerro Auca Mahuída, a 200 kilómetros de la ciudad de Neuquén y en cercanías de la localidad de Añelo.
El paleontólogo Mateo Gutiérrez, del Ministerio de las Culturas provincial, explicó que «este yacimiento excepcional ha permitido conocer no sólo aspectos del desarrollo embrionario de estos grandes dinosaurios, sino que también se ha podido asignarlos a saurópodos titanosáuridos y obtener información sobre el comportamiento reproductivo de estos animales».
En 1997, los paleontólogos Chiappe y Coria (entonces director del museo Carmen Funes de Plaza Huincul) hallaron el sitio de nidificación en el Cerro Auca Mahuida y denominaron el lugar como yacimiento Auca Mahuevo.
La restitución del embrión pudo concretarse a partir del levantamiento de la cancelación de vuelos internacionales, porque desde su recuperación, en el año 2020, las restricciones vinculadas a la pandemia de coronavirus impidieron su traslado desde Los Ángeles, donde se encontraba a resguardo de Chiappe, uno de sus descubridores, a Neuquén.