Únicamente el 38% de los españoles cree que la calidad del Sistema Nacional de Salud (SNS) mejorará tras la pandemia, siete puntos menos que en 2020, lo que sitúa a España en uno de los países más pesimistas del mundo en esta materia.
Así se pone de manifiesto en el ‘Global Health Service Monitor 2021’, realizado por Ipsos, cuyos fatos ofrece una perspectiva global sobre los principales problemas de los sistemas de salud y asistencia sanitaria actuales, incluyendo la forma en que las personas perciben los servicios de que disponen y lo que creen que debe mejorarse.
El 60% de los españoles considera “buena o muy buena” la calidad que recibe de su sistema de salud, un dato que aumenta en ocho puntos frente al mismo estudio del año pasado, y a niveles similares a antes de la irrupción de la pandemia (58%).
A su vez, la ciudadanía española es la segunda a nivel global que más cree que su sistema sanitario ofrece la misma calidad asistencial a todo el mundo (61%), casi el doble de lo que marca la media mundial (39%).
A pesar de ello, sólo el 38% de las personas encuestadas en España piensa que la calidad del sistema de salud mejorará en el futuro, siete puntos menos que 2020, lo que coloca a España en uno de los países más pesimistas a nivel mundial en esta cuestión.
Uno de los mayores problemas que ha puesto de manifiesto la pandemia en los diferentes sistemas sanitarios es la saturación y la falta de recursos humanos y materiales En ese sentido, el 71% de los españoles tiene esta percepción, cuatro puntos menos que el año pasado, por detrás de Suecia (76%) y Hungría (75%).
Por último, los españoles señalan los elevados tiempos de espera (52%), la carencia de profesionales (51%) y la falta de inversión en el sistema (40%) como las principales debilidades de la sanidad pública.