La manifestación antifascista convocada este sábado en Roma por las organizaciones sindicales reunió a más de 100.000 participantes, según el secretario general de la Unión Italiana del Trabajo (UIL, por sus siglas en italiano), Pierpaolo Bombardieri.
«Somos más de 100.000» personas, que protestan contra el fascismo, que «no es una opinión, es un crimen», declaró Bombardiere en su discurso, reportó la agencia Sputnik.
Al intervenir ante los manifestantes, el jefe de la Confederación Italiana de Sindicatos de Trabajadores (CISL), Luigi Sbarra, instó el Gobierno a «disolver inmediatamente todas las organizaciones neofascistas y neonazis».
A su vez, Maurizio Landini, secretario de la Confederación General Italiana del Trabajo (CGIL), se unió a la exigencia de prohibir los grupos fascistas y urgió las autoridades a «demostrar su fuerza democrática en imponer el cumplimiento de las leyes y la aplicación de la Constitución».
La manifestación de este sábado fue convocada después de que el pasado 9 de octubre, durante las protestas contra el pase sanitario obligatorio, los miembros de la organización neofascista Forza Nuova devastaran la sede de la CGIL y trataran de apoderarse del Palacio Chigi, la residencia del Gobierno italiano.
Después de los disturbios, que se saldaron con decenas de heridos, las fuerzas del orden detuvieron a los jefes de Forza Nuova Roberto Fiore y Giuliano Castellino, junto a otras diez personas.
A su vez, la Policía Postal bloqueó la página web de la organización neofascista, bajo la disposición de la Fiscalía de Roma.