Durante su comparecencia a petición propia ante la Comisión del ramo, Ribera calificó de “dramática” la situación de este espacio natural, que se “ha ido degradando ante la pasividad e incredulidad de todos”, con “graves consecuencias sociales, ambientales y también económicas”.
En este sentido, señaló que “la gestión de las aguas del Mar Menor no admite más desarrollos, ni agrícolas ni urbanísticos”, y apostó por reducir “sus aportaciones (de sustancias contaminantes) a la laguna”.
“No se pueden malgastar recursos en blanquear sus consecuencias sin atajar las causas de raíz”, y subrayó que hay unas 8.000 hectáreas de regadío sin registrar y unas 665 desaladoras ilegales.
A su juicio, la solución no pasa por “disimular los nitratos y nutrientes” que llegan al mar procedentes de las explotaciones agrarias, sino por “corregir sus causas, y para eso se necesita la colaboración de todas las partes implicadas”.
REÚSA POLEMIZAR
Según Ribera, “es posible que desde el Gobierno regional nos ofrezcan otras cifras”. “No pienso entrar en un debate sobre dónde empiezan las competencias de cada cual”, prosiguió, “ni tampoco por seis o siete hectáreas más o menos”.
En cambio, manifestó su intención de trabajar con las Direcciones Generales de Aguas y de Agricultura, que son autonómicas, para “levantar esta ocupación ilegal” y tratar de recuperar las zonas afectadas. “Tenemos que escuchar a la ciencia y conseguir la máxima colaboración institucional”, pero, sobre todo “hacer que se respete la ley, para no perjudicar a los agricultores y regantes honestos, que son la inmensa mayoría”, defendió.
Ribera apeló por ello a la implicación y máxima coordinación de todos los actores y administraciones implicados, y se felicitó por el compromiso alcanzado hoy con las comunidades de regantes para poner “coto” a la aparición de nuevas explotaciones.
Asimismo, la ministra se comprometió también a mantener reuniones con ONG y asociaciones vecinales, a fin de facilitar la participación de la sociedad civil en la búsqueda de soluciones y recuperación de esta laguna, que “sienten como propia”. “Mantendré una (reunión) al mes como mínimo” por lo menos “hasta que la situación se vea encarrilada”.
Finalmente, indicó que su Ministerio destinará una inversión de 317 millones de euros ya presupuestados para atender al Mar Menor, pero reconoció que «es muy probable» que se necesiten inversiones adicionales, así como la participación de otros ministerios.
