El actor estadounidense Norman Reedus hizo un balance de los 11 años que lleva como el hosco Daryl Dixon en «The Walking Dead» y, de cara al estreno de la undécima y última temporada de la serie el próximo martes en la plataforma Star+, confesó que nunca pensó «que iba a durar tanto» cuando consiguió el papel allá por 2010.
«Audicioné para otro personaje, y aunque el papel fue para otro actor se ve que les gusté porque crearon un rol para mí, que como no estaba en los cómics pensé que iba a estar solo por un par de episodios», recordó Reedus en conversación con Télam.
Y no le falta razón: para aquellos que estaban familiarizados con el popular cómic creado por Robert Kirkman sobre un grupo de sobrevivientes en un apocalipsis zombie, Daryl no podía ser más que un relleno; uno de esos personajes cuya muerte a manos de los muertos vivientes no duele a nadie.
Sin embargo, los creadores del programa apostaron por él y no fallaron. Su personalidad parca, sus virtudes para desenvolverse en el fin del mundo y un pasado traumático hicieron que el público empatizara con él y se convirtiera en uno de los favoritos.
Del elenco original, solamente Daryl y Carol, interpretada por Melissa McBride, siguen ahí todavía, y ya anunció que su camino continuará más allá de los 24 capítulos de la temporada 11 con un spin-off, que Reedus adelantó «será completamente diferente» a «The Walking Dead».
Hasta entonces, sus personajes, junto con otros como la recuperada Maggie (Lauren Cohan), el villano en busca de redención Negan (Jeffrey Dean Morgan) o el padre Gabriel (Seth Gilliam), se preparan para enfrentar a un nuevo grupo de sobrevivientes que amenaza su existencia.
Con las comunidades de Alexandria y Hilltop destrozadas como consecuencia de la guerra contra los Susurradores, ahora Daryl y los suyos irán en una nueva misión para asegurar las necesidades más básicas de comida y refugio, y encontrarán nuevos peligros en las rutas.
En tanto, Eugene (Josh McDermitt), Yumiko (Eleanor Matsuura), Ezekiel (Khary Payton) y su nueva amiga Princess (Paola Lázaro), todavía están cautivos por los miembros de una misteriosa comunidad mucho más grande: la Commonwealth, que se presume será la punta del ovillo para, poco a poco, comenzar a atar la trama de la serie con sus dos spin-offs, «Fear the Walking Dead» y «The Walking Dead: World Beyond».
El estreno de la serie es uno de los grandes atractivos de Star+, la plataforma de streaming para el público adulto que Disney lanzará el martes, y allí podrán encontrarse todos los domingos los capítulos estreno, así como las 10 primeras temporadas completas.
Télam: ¿Qué le espera a Daryl y al grupo en este comienzo del final de la serie?
Norman Reedus: Esta temporada comienza en una misión para la supervivencia de nuestro grupo y básicamente estamos siendo cazados. Y eso resulta en una separación, lo que deriva en otra misión, y luego en otra más importante.
Hacia la mitad de la temporada es como Alicia cayendo al agujero del conejo hacia el País de las Maravillas; como si nos despertáramos y estuviéramos en algo totalmente nuevo, mucho más grande y diferente.
T: «The Walking Dead» es una serie de fantasía, pero muchos de sus temas son reales. ¿Eso es lo que la ha hecho funcionar durante tanto tiempo?
NR: Creo que lo que llevó a esta serie a ser algo tan grande es la relación entre los personajes. Son personajes que en otras circunstancias nunca hubieran pasado el tiempo juntos, pero por el estado de su mundo se ven forzados a trabajar unos con los otros, a escucharse, a colaborar como equipo para resolver problemas. Creo que eso es muy relevante para la realidad de hoy, que estamos en una crisis climática y todos tienen que trabajar juntos para ayudar a arreglarla. Cada generación está frente a una situación así y sería mucho más fácil si todos trabajaran juntos en vez de pelear dentro de una misma comunidad.
T: ¿Cómo fue el regreso a los rodajes con protocolos?
NR: Nos llevó un poco de tiempo recuperar nuestro ritmo. Después del comienzo de la pandemia volvimos e hicimos esos seis episodios pequeños extra, en los que básicamente había dos personas hablando entre sí, o si matábamos a un zombie era desde lejos. Y las tramas estaban más condensadas por todos estos impedimentos. Para mí, eso no se sentía como nuestro show.
Cuando volvimos para la nueva temporada estábamos un poco más en sincronía con nosotros mismos otra vez. Los equipos de trabajo se agrandaron de nuevo, los sets fueron gigantes de nuevo. Ahora estamos con los decorados más grandes que hayamos tenido. Me alegra haber vuelto a lo grande; los episodios más contenidos fueron un poco difíciles para mí.
T: Después de tanto tiempo, ¿sigue siendo un desafío interpretar a Daryl?
NR: Hay desafíos todo el tiempo. Si esto fuera una película, algo dispararía el relato para Daryl, y en el camino se convertiría en un asesino o un héroe. Pero en más de 10 años en la televisión los cambios son más graduales. En una línea de tiempo desde la primera temporada son tantas las cosas que le pasaron… Es una evolución gradual, pero él siempre hace cosas por el bien de otros. Cuando termine este programa, me gustaría que haga algo por sí mismo.
Creo que Norman, tal como Daryl, ha crecido gradualmente durante los últimos 10 años. Es un honor ser un personaje al que se lo ve crecer y envejecer en tiempo real en la pantalla. Toda su gestualidad de a poco va cambiando, su aspecto, su actitud. Ha sido un gran placer, no mucha gente tiene la posibilidad de hacer algo así.
T: Este es un programa que ha «matado» a muchos de sus personajes estelares. ¿Siguen estando ansiosos con la llegada de cada nuevo guion por saber si sobreviven un capítulo más?
NR: Sobre todo en las primeras temporadas, que perdíamos personajes todo el tiempo, cada semana mataban a alguno, todos leíamos los guiones a toda velocidad apenas los recibíamos para saber si sobrevivíamos. Para ser honesto, nunca pensé que iba a durar tanto en este programa.