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miércoles, noviembre 27, 2024

La ‘youtuber’ que creó su canal cuando era migrante irregular para contar su experiencia y ayudar a otros a obtener sus papeles en España

Su nombre es Idalix Carruido, una venezolana de 26 años que, desde Barcelona, crea contenido para una comunidad que enfrenta la "herida" de no tener documentos.

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A los 21 años, admitida por una universidad en Barcelona y con 400 dólares en el bolsillo, Idalix Carruido hizo sus maletas para irse a España. A esa edad ya era criminóloga graduada y su proyecto era estudiar un máster de marketing político.

«Todo fue muy rápido. Me admitieron en septiembre y al mes siguiente yo estaba en Barcelona con la idea de que la matrícula universitaria sería suficiente para obtener mi visado. Pero estando aquí me di el choque de realidad», cuenta a RT.

Han pasado cinco años y, en ese período, son muchas las cosas que ha atravesado. Una de las más importantes ha sido la creación de su canal de Youtube, donde esta caraqueña empezó a generar contenido estando en situación administrativa irregular, no solo para contar su experiencia, sino para ayudar a otras personas en la misma circunstancia para poder subsistir sin papeles y también obtenerlos. Lo bautizó como ‘Boleto de Ida’.

Un proceso de claroscuros

A su llegada a Barcelona, Ida –como la llaman los miembros de su comunidad– comenzó el largo camino a la regularización. Trabajó en negro, le robaron 1.500 euros en un piso que alquiló, sufrió violencia en la calle y en un momento «muy oscuro», ante su crítica situación económica y familiar (porque a su madre le habían detectado cáncer), intentó atentar contra su vida.

«De esa experiencia, lo que más recuerdo es que quedé con una gastritis muy fuerte y en el hospital no me querían atender«, cuenta esta ‘youtuber’ que ahora trabaja a tiempo completo como asesora para varios despachos de abogados dedicados al tema de Extranjería, Nacionalidad y Asilo en España.

Tiempo después de ese período convulso, conoció a su actual compañero, quien la animó a abrirse un canal de Youtube para empezar a contar su experiencia migratoria y ofrecer datos a las personas que estaban en la misma situación que ella para poder tener acceso a la salud, conseguir trabajo, rentar un piso y hasta obtener una tarjeta bancaria.

«¡El primer video que subí dura 40 minutos! Casi que una película«, dice Ida, entre risas. Los usuarios empezaron a unirse a su canal, la comunidad fue creciendo poco a poco y casi al mismo tiempo «las cosas fueron encajando». Sin embargo, ya la senda estaba decidida: alimentaría esa vía con información útil para la población migrante que, en España, se estima en más de 5,4 millones de personas.

«No somos una carga»

«Los migrantes, aun cuando no tenemos papeles, pagamos el IVA, uno de los impuestos más altos, gastamos lo que percibimos en el país, aunque sean parte de la economía sumergida o enviemos una pequeña porción a nuestras familias fuera de España. Pudiéramos contribuir mucho más pero la ley nos lo impide, es más, nos premia porque estemos tres años sin papeles», reflexiona la criminóloga.

Sobre este último punto, destaca que la Ley y el reglamento de Extranjería española están desactualizados y no se adecúan al contexto actual, sobre todo después de la reforma laboral de 2012. No solo por el excesivo tiempo de espera en que una persona sin papeles debe permanecer al margen, sino porque incluso cumplido ese plazo, «se le piden unas condiciones de contratación que no pueden cumplir ni los propios nacionales, porque son las que se exigían antes de la crisis [de 2008]».

Entre esas condiciones están contratos de un año, con jornada completa, salario mínimo interprofesional y que el empleador no tenga ninguna deuda con Hacienda y la Seguridad Social. «Eso sin contar los requisitos ‘no escritos’ en la ley, que implican que la empresa no tenga trabajadores en ERE o en ERTE. Si es así, es casi seguro que no te van a aceptar», detalla.

«Así que es super engorroso y difícil conseguir a un empleador que cumpla con todas estas condiciones tan perfectas, y más aún después de la crisis que ha agudizado la pandemia».

«Mi valor no depende de un papel»

La misma crisis sanitaria provocada por el covid-19 le dio a Ida el impulso para crear más contenido para su canal, sus redes sociales y su página web, una labor que le ha permitido apoyar a organizaciones no gubernamentales en favor de los migrantes, promover iniciativas de la Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CREAR) y hasta dar una charla en TEDx Tarragona sobre la situación de las personas sin papeles en España.

Por eso, este año, cuando finalmente recibió su Tarjeta de Identidad de extranjero (TIE) su reacción fue extraña. «A pesar de que la esperé por tres años y medio, no sentía la felicidad que creí que iba a tener. Tuve que hacer todo un proceso de introspección, pero es que en ese punto sentí que yo había sanado muchísimo y que había encontrado mi camino, gracias al canal de Youtube, y que mi valor no dependía de un papel. Me estaba comiendo el mundo desde antes y no me había dado cuenta».

Ella reconoce que emigrar en condiciones que implican vulnerabilidad económica y social, genera una herida honda que muchos no logran sanar porque las condiciones se lo impiden. Cita el caso de las personas que llegan a España provenientes de África en pateras y que enfrentan, además de esas dificultades para regularizarse, el estigma social, el racismo y el peso de los discursos de odio que grupos políticos difunden en los medios de comunicación.

«Es curioso, pero cuando alguien ya ha dicho que llegó en patera, lo ven como si fuese un criminal. De hecho, recuerdo que una persona una vez me dijo: ‘Tú eres distinta a ellos entraste al aeropuerto con un visado’. Y se sorprendió cuando le dije que yo no tenía visado, que solo había tenido suerte, pero infringí la misma norma que ellos, solo que corriendo muchísimos menos riesgos».

Al respecto, reflexiona: «Trato de hacer contenido para todos porque me centro en los procesos administrativos y en ofrecer herramientas, pero no dejo de estar consciente de que aunque somos parte de un mismo colectivo migrante, hay personas que sufren más carga de discriminación y estigma aquí en Europa».

Sanar la herida migratoria

Ida habla de sanar, dice que muchos de sus videos han sido parte de ese proceso de cura de la herida migratoria, cuando se desatan las inseguridades, se rebaja la autopercepción (especialmente cuando no se cuenta con papeles) y se vive con el constante miedo de ser detenido en la calle por la policía. Siendo mujer, esos temores se maximizan.

«Yo he subido muchos videos para sanar. Sé que a mí me ha servido y a otras personas también. Es que son muy importantes las redes de apoyo, son vitales«, rememora la criminóloga, para tratar de explicar qué la mantiene en esa ventana de Youtube y las redes sociales, a pesar de que ya está en situación administrativa regular.

Para ella, el acompañamiento es fundamental, ya sea presencial, en línea, con mensajes de texto o de voz. Sentir que un «otro» está allí y que puede comprender la situación sin juzgar.

«El año en que atenté contra mí misma, yo no tenía fe. No era nada optimista, pero sí es verdad que mis amigos me ayudaron mucho porque sola una no sale a flote. Es mentira. Necesitas mucho apoyo. Yo estaba llena de miedos y se me empezaron a ir hablando con mis amigos, que me dieron su respaldo de todas las maneras posibles, y todo empezó a fluir».

Ida, que ya tiene más de un lustro viviendo en España, reconoce que su proceso no ha sido fácil, pero que en esa adaptación siempre tiene presente que sigue siendo venezolana y que su país está en ella: «Cada vez que me veo en un espejo, yo siento que soy mi patria, porque soy lo que soy hoy en día porque nací allí, porque me formé allí, por la crisis que hay allí y eso me ha dado la visión que tengo hoy. Eso está en mí. No solo en los afectos. Y yo nunca me canso de decir que Venezuela está llena de gente maravillosa».

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