Su avance imparable que le ha llevado a encadenar récords tras récords desde el lunes coincide con un fuerte aunque en la demanda energética para encarar la ola de calor, que elevará los termómetros por encima de los 40 grados en muchas partes del país e, incluso, alcanzará los 44 en ciertas localidades.
La cronoescalada hace que la factura mayorista, que incide en el recibo final del consumidor, multiplique por varias veces los 37,11 euros por megavatio hora que se fijaban de media hace justo un año, el 12 de agosto de 2020.
De acuerdo a los datos recogidos en el Operador del Mercado Ibérico de la Electricidad (OMIE), el precio fijado para la jornada de mañana se distancia también de los 106,57 euros el MWh tope marcado el pasado 21 de julio y que era el mayor valor hasta el empujón en pleno agosto.
Por franjas horarias, el precio marcará su valor mínimo intradía a las 5.00 horas de la madrugada, a 105,51 euros el MWh, para tocar máximos de la jornada en 130 euros a las 21.00 horas.
Detrás de la fuerte subida de los precios mayoristas está el encarecimiento de los derechos de CO2 y el mayor coste de producción por la energía gasista, aspectos ambos que explicarían en un 70% el aumento de la factura según los cálculos del Banco de España.
