Los tres investigados llegaron a la sede de los juzgados pasadas las 9.00 de la mañana a bordo de un transporte de la Guardia Civil procedente de la prisión de Teixeiro. Sólo uno de ellos descendió del vehículo a cara descubierta. A las puertas de los juzgados, fueron increpados por un grupo de personas que les recibieron con gritos de “¡Asesinos!”.
Pocos minutos antes, entró en dependencias judiciales la mujer detenida como encubridora, que también está acusada de asesinato. Según la investigación, los participantes en la muerte de Samuel se reunieron, al menos en dos ocasiones, para intentar eliminar pruebas.
Los dos acusados del delito de odio son los hombres cuyo ADN ha aparecido vinculado a las herramientas con las que se golpeó mortalmente a Samuel y que habrían llamado “maricón” al joven durante la agresión.
El jueves, la jueza instructora del caso emitió un auto en el que dictaba que el procedimiento que se sigue será el establecido por la Ley Orgánica del Tribunal del Jurado debido al tipo de delito que se les puede imputar a los investigados y serán juzgados por un jurado popular.
Además, tendrán que responder de una tentativa de homicidio contra la vida de Ibrahima, el hombre senegalés que protegió a Samuel Luiz durante las tres fases en las que se dividió la paliza de la madrugada del 3 de julio.
