Según informó el Ministerio del Interior en un comunicado, la niña era obligada a prostituirse en la localidad barcelonesa de Hospitalet de Llobregat, mientras que el niño era forzado a ejercer la mendicidad durante prácticamente todo el día. Los agentes detuvieron a tres familiares de las víctimas, entre los que se encuentran la madre y la hermana mayor, y tres ‘clientes’ habituales de la menor abusada.
Eran los propios familiares detenidos quienes contactaban con posibles clientes para ofrecerles mantener relaciones sexuales con la menor, a quien amenazaban y agredían físicamente de forma constante. La hermana mayor era la encargada de captar a los clientes mientras ejercía la mendicidad en la vía pública, aprovechando el tiempo de cambio en los semáforos para hablar con los conductores y ofrecerle los servicios sexuales de su hermana. En la agenda de uno de los teléfonos intervenidos y utilizados se ha localizado una larga lista que pudiera tratarse de una cartera de clientes, y sobre la cual se continúa haciendo gestiones.
El menor, de 14 años de edad, era explotado en la mendicidad, ya que le obligaban a trabajar como limpiacristales en la vía pública desde primera hora de la mañana hasta bien finalizada la tarde, siendo todo el beneficio recaudado para los tres familiares detenidos.
CONDICIONES INFRAHUMANAS
Los dos menores, originarios de una de las zonas más humildes de Rumanía, vivían en una chabola ubicada en un solar sin edificar del distrito barcelonés de Poble Sec, sin las mínimas condiciones higiénicas y de salubridad. No estaban escolarizados y no sabían leer ni escribir. Ni siquiera estaban familiarizados con elementos tan cotidianos como un simple ascensor.
En primer lugar, fueron detenidos los tres familiares, a quienes se les investiga como presuntos autores de un delito de prostitución, corrupción de menores y contra los derechos y deberes familiares. También fue detenido, en ese primer momento, un cliente al que también se le acusa de cometer un delito de prostitución y corrupción de menores al haber mantenido, presuntamente, relaciones sexuales con la menor. La Dirección General de Atención a la Infancia y la Adolescencia se hizo cargo de los menores, a efectos de custodia y protección.